Capítulo 8

41 5 15
                                    

Umeji

Había algo dentro de mi que no me permitía razonar. Veía a aquella chica como si fuese un consejo y yo un lobo,mientras veía como mis venas se marcaban cada vez más en mis manos,y se podía notar aquel tono morado y rojo. A pasos sigilosos,sin saber que carajos estaba haciendo,me tire arriba de la chica.

Ella quedó en shock,mirándome con miedo,un miedo tan profundo en sus ojos negros,el cual uno permaneció tapado con un fleco de su lacio cabello negro. Su labio inferior temblaba,mientras yo veía su cuello.

Acerque mi rostro a este,respirando de manera descontrolada,mientras ella solo sabía jadear de miedo.

—P-por favor... No me hagas nada... No me toques... Por favor... Por favor no lo hagas... No soy tan linda... No tengo un buen cuerpo... Por favor...—No deje que hablara,cuando puse una mano en su boca y ataque su cuello.

Enterré en su carne unos colmillos que salieron de mi boca,mientras desgarraba su piel hasta que pude sentir la sangre en mi boca.

Sabía tan dulce,como si fuese un caramelo. Empecé a succionar,sacando toda la sangre que podía con mi boca.

Era tan dulce,que no podía dejar de hacerlo, simplemente quería seguir,como si estuviera en contra de todos mis impulsos.

Simplemente succione hasta la última gota,y fue cuando me separé.

Mire el cuerpo que estaba en mis brazos,y luego lo solté asustado.

Mire mis manos,las cuáles estaban normales,y luego solo ví a la chica la cual estaba muerta... Yo la había matado.

Retrocedí,mientras me sentía como un maldito loco,un monstruo luego de hacer eso. Choque con la pared de arbustos,mientras me jalaba el cabello,aún en frente del cuerpo totalmente muerto de la chica.

Yo... ¿En qué carajos me he convertido?...




Habían pasado unas tres semanas,y yo aún me sentía confundido. Ya sabía en qué carajos me había convertido,pero,¿Cómo?,¿Cuando?,¿Por qué?.

No entendía nada,por las noches distintas pesadillas sobre un chico bajito y pálido me atormentaban,y todas tenían que ver con el laberinto. Habían veces en las que no podía dormir,debido a que tenía miedo de cerrar los ojos solo para querer morir en persona.

Por alguna extraña razón siempre tenía esa hambre insaciable,la cual me hacía salir en las noches en busca de una persona la cual terminaba matando y dejando tirada en la calle con toda la culpa encima. Normalmente,solían ser miembros de las bandas enemigas o personas que estaban a altas horas de la noche en la calle.

Pero,por más que intentaba,no podía dejar de pensar en aquel chico de mis sueños. ¿Que tan jodido estaba mi cerebro para que eso me atormentará todas las noches? No lo sabía,no podía recordar nada,y eso me hacía estresar,me hacía sentir como un completo estúpido por no recordar nada.

La noche era tan solitaria,mientras caminaba por las aceras secando mi boca que tenía varias gotas de sangre después de haber matado a otra persona inocente. No podía controlarme,actuaba por si solo,como si algo dentro de mi me estuviera manipulando como un muñeco.

Arrastraba los pies,de camino a mi casa. Mi mamá me ha notado distante desde hace tiempo,pero no sé atreve a preguntarme que es lo que sucede,e intento actuar de lo más normal estos últimos días para que no sospeche de nada.

Estoy jodido.

Ahora soy una maldita escoria que deambula por ahí matando personas solo porque no tiene control de si mismo,y ni siquiera sabe cómo llego a esto.

Al llegar a casa escale hasta llegar a la ventana de mi cuarto,por la cual entre y me quite la sudadera que llevaba puesta para tirarla por ahí. Mire la hora,y eran las cuatro de la mañana,por lo que me decidí por darme un baño.

Me fui a mi baño y me quite toda la ropa,para meterme bajo la regadera y tomar un baño. Cerré los ojos,estaba algo cansado,así que después de bañarme me fui a vestir y me acosté,cerrando los ojos para intentar dormir.

Por un momento pude lograrlo.

Al abrir mis ojos estaba en mi cuarto. Mire a todos lados,hasta que encontré una pequeña figura la cual llamaba mi atención. Me levanté de mi cama y camine hacia ella,para poner mi mano en su hombro,con intenciones de preguntar quién era.

Se volteo,dejando su rostro al aire,y entonces pude reconocerlo. Había sido el pequeño chico el cual aparecía en mis sueños. Pude ver sus ojos morados,sus ojos, los cuales tenían un brillo tan peculiar.

—Creo que ya lo se todo...

Murmuró,mientras se acercaba a mi,y se ponía al frente de mi. Tomo mis manos,y las puso en su mejilla.

—Y te amare todos los siglos... Ya que al fin podrás estar conmigo...

Cuando abrí los ojos la oscuridad de mi cuarto fue lo único que había en mi campo de visión. Me levanté de golpe de la cama,yendo al baño rápido para remojarme la cara.

Me mire un rato en el espejo. Mi cara estaba más pálida,mi piel estaba más pálida. Tenía ojeras,y mi cabello volvía a tener un tono rosado en sus raíces. Me jale el cabello frustrado, hasta que se escuchó como tocaban la puerta de mi cuarto.

—Umeji,¿Estás ahí?—Era mi mamá.

Yo me sali del baño,para abrir la puerta y ver así a mi mamá en su uniforme de trabajo,mientras tenía su cabello amarrado en una coleta. Me miró,y suspiro.

—Buenos días—Dije,arqueando una ceja.

—Buenos días—Me lo devolvió—Hay un chico abajo,dice que te busca,que le digo?—Dijo mi mamá,mientras se cruzaba de brazos.

¿Quien estaría buscándome?.

—Dile que suba—Dije sin mucha importancia,mientras me metía de nuevo a mi habitación.

Ella asintió,para irse a la planta baja,y luego se escucharon otra vez los lados,hasta que una silueta pequeña y delgada se plantó en mi puerta. La mire,para reconocer su pelo,sus ojos,su cara.

Millones de recuerdos llegaron a mi mente de golpe,sintiendo mi corazón latiendo con fuerza mientras que mi mente solo gritaba que el había regresado.

—Umeji...

—¿Shin?...

~Sed De Sangre~ Umeji x ShinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora