Roman Partizan; one shots.

11. Roman cuida de ti.

déjame cuidar de ti, Y/n.

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"no puede ser, en serio" susurras para ti misma, ya que Roman se encontraba a tu lado dormido.

ya que te despertaste debido a las molestias de los cólicos, tenías que levantarte, o si no los dolores aumentarán.

así con cuidado quitas la manta que los cubría a ti y a tu novio, y juras que fuiste lo más precavida, pero Roman se despertó.

"que pasa, vuelve a dormir" habla con voz adormecida, agarrando tu cadera, para que no te fueras de su lado.

"lo haré, pero voy por una pastilla, ya sabes, cólicos" respondes acariciando suavemente una de sus manos.

"iré yo"

"no, vuelve a dormir, ayer llegaste de despliegue y estas cansado"

pero Roman simplemente niega con la cabeza, y ves como se sienta en la cama, para colocarse sus pantuflas, y levantarse, para dirigirse a la puerta, y salir.

no te queda más remedio, que volverte acostar y darte leves caricias en tu estómago.

después de unos 20 minutos, tu novio vuelve, con una botella de agua, la caja de las pastillas ¡y aguarda! trae tus parches térmicos, ese gesto te dio sentimiento, pero culpaste a tus malditas hormonas por esto.

"toma, esto supongo que también te ayudará, ¿no?" Roman habla, refiriéndose a los parches, para entregarte la pastilla, y la botella de agua.

"demasiado, gracias" dices dándole una leve sonrisa, para tomar la pastilla y la botella.

"ahora si, acuéstate bien para colocarte estos parches" dice tu novio, poniendo un parche delicadamente en tu estómago.

"se siente bien, veo que si supiste saber ponerlos a temperatura" respondes melancólica, sobre esta situación, y sobre Roman, que está actuando así, tan lindo y amable.

"se que soy un idiota, pero eso no quiere decir que no te pongo atención, cuando me comentaste sobre ellos"

"por favor, deja de compórtate así, mis hormonas ahora mismo no están bien, y yo no quiero llorar, ¿de acuerdo?"

"okey, entiendo" dice riendo, mientras se dirigía a su lado de la cama, para acostarse y abrazarte.

"gracias Roman, te amo" hablas con los ojos cerrados, sintiendo como una de las manos de tu novio, las colocaba arriba del parche que tenías en tu vientre para darle suaves masajes.

"yo igual, y aunque no lo parezca, haría cualquier cosa para ti" susurra, y tu asientes con una sonrisa, para perseguir tu sueño, que no tardaste en conseguir, gracias a las caricias de tu novio, y a su respiración en tu oído.