Capitulo 8: Cenizas y Ruinas

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Capitulo 8: Cenizas y Ruinas

"Habla normal"

'Pensamiento/Habla mental'

"Técnica/Jutsu"

"Bijuu/Robot hablando"

'Bijuu/Robot pensando'

///// Salto de Tiempo|Fecha|Hora|Personaje /////

(X X.X.X.X)

Los ojos de Naruto se abrieron lentamente, uno a la vez, como si un velo se estuviera levantando sobre ellos. El ojo derecho, su ojo normal, se abrió primero, observando el entorno con confusión. Un instante después, ambos se abrieron de golpe, como si una descarga eléctrica lo hubiera impulsado.

Se incorporó rápidamente, la noche lo envolvía como un manto oscuro. Reconoció al instante su habitación, el lugar donde siempre encontraba paz y tranquilidad. Pero esa paz se esfumó al instante al ver a Lala, su prometida, durmiendo plácidamente en la cama, desnuda como de costumbre.

"Lala" Hablo Naruto, su voz apenas un susurro. Su mano se posó en la mejilla de Lala, donde aún se podía sentir el dolor del ataque de Pikari. La imagen de su prometida gritando, herida por el rayo, se estampó en su mente. El ojo de Naruto, que antes era azul, se tiñó de un rojo intenso, su pupila se convirtió en una hendidura amenazante. "Maldito" Volvió a susurrar, su voz cargada de rabia contenida.

"Bueno, mocoso, cálmate. Tu prometida está bien, no hay nada de qué preocuparse. Relájate y no hagas una idiotez" La voz de Kurama, el Kyūbi, sonó cansada. Había sido despertado por las emociones de su amigo, un sentimiento que le era familiar, aunque siempre desagradable.

'Eso Kurama, ese desgraciado tiene que pagar por esto. No puede simplemente venir y pedir lo que quiere' Pensó Naruto, su mente llena de furia. Involuntariamente, su Sharingan se activó, el ojo Uchiha brillando con un patrón nuevo, más complejo y amenazante.

"¿Y qué harás, mocoso?" Kurama estaba curioso. Naruto, cuando alguien tocaba lo que era precioso para él, hacía pagar con sangre al culpable. Lástima que ese culpable ya no estaba en este mundo.

'Oh, Kurama, Pikari lamentará el día que decidió venir a la Tierra' La voz de Naruto era gélida, sin vida, una promesa de venganza. Con cuidado de no despertar a Lala o a las hermanas Yuuki, Naruto creó un clon y salió de la habitación, dejando atrás a su prometida y el rastro de su furia.

"Exactamente qué carajos harás, mocoso..." Kurama murmuró, su voz llena de curiosidad. Segundos después, el plan de Naruto le llegó como un rayo. "Oh... ya veo". Una sonrisa colmilluda se extendió por su rostro. Era un plan arriesgado, alocado, pero eso era precisamente lo que le gustaba. "Mocoso, estás loco" Dijo Kurama, su tono divertido.

'Puede ser Kurama, después de todo, la guerra y traición cambian a cualquiera, además de qué estoy protegiendo lo que es mío' Pensó Naruto, su determinación inquebrantable. Con un shunshin, se materializó en el patio de su casa, la noche estrellada lo envolvió como un manto de terciopelo. La armadura Anbu se ajustó a su cuerpo, como una segunda piel, ocultando su identidad. "Pikari lamentará mucho haber venido, porque hoy conocerá la ira de Kōya no Kyūbi, aquel que hizo temblar al mundo... No... Aquel que hará temblar a la galaxia" Expresó Naruto, su voz fría y amenazante. Cerró los ojos, concentrando su chakra en un punto específico, buscando algo, alguien.

Minutos pasaron, la tensión se sentía en el aire. Naruto no se movía, su cuerpo era una estatua de piedra, su mente trabajando febrilmente. Finalmente, encontró lo que buscaba. Una sonrisa oscura se dibujó en su rostro, una sonrisa que no era la de antes, la sonrisa cálida y optimista del niño que alguna vez fue. La guerra, la traición, habían dejado una cicatriz en su alma, una cicatriz que se reflejaba en su sonrisa.

Naruto: Dimensiones Cruzadas (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora