Youjo Senki: el príncipe dacio

Capítulo 6: Sin título.

Capítulo 6: Sin título.

Punto de vista de Fernando

Iba con mi madre a hacer unas obras de caridad para la población pobre, una gran manera de manipular a las masas y hacer que apoyaran a la Familia Real, una buena jugada maestra.

También me vendrá bien crear mi propia imagen ante la gente, parecer un buen príncipe heredero, como un ángel, y así ganar aún más apoyo.

—Está bien, Ferdinand, recuerdas lo que acordamos, ¿verdad? No te alejes de mí —dijo mi madre mientras me miraba seriamente. Asentí.

Pronto salimos del Palacio Real, subimos a un Carruaje Real y nos dirigimos al lugar donde se estaban celebrando las obras de caridad, con varios Guardias Reales a caballo siguiendo el carruaje y protegiéndonos.

La infraestructura de Dacia es pésima, la de la Capital tampoco es la mejor, todo el mundo utiliza carruajes o carretas para movilizarse y no hay ni UN solo auto en toda la Capital y ni hablar de todo Dacia.

Tal como se dijo en el Anime, básicamente estamos atrapados en 2 dimensiones, ahora quiero más que nunca matar a todos esos políticos traidores, pero luego recuerdo el Plan A y me calmo, no puedo dejar que mis emociones influyan en mis planes en la Política.

El viaje fue tranquilo, todo lo que se puede hacer en un carruaje, aunque fuera uno real, así llegamos al lugar donde íbamos a realizar el acto benéfico, ahora solo me queda mantener una sonrisa en la cara y saludar cuando sea necesario, así de simple.

Es tan fácil ser político en estos tiempos.

De todos modos, terminemos con este baño, quiero volver a mi habitación en el Palacio Real y continuar haciendo más mejoras en la planificación del Plan A.

?????? Punto de vista

Después de aquel fatídico día en que el Señor Todopoderoso se me mostró, me estaba preparando para cumplir la misión que me fue encomendada y nadie me impedirá cumplirla.

Mi Señor no sólo escuchó mis oraciones y me dio tal misión, sino que también ayudó a mi familia, mi esposa se curó milagrosamente de su enfermedad y ahora nuestra mesa en casa siempre está llena de buena comida, y mis hijos siempre están sonriendo por ello.

Siempre vamos a la Iglesia local a agradecer a Dios por lo que nos ha dado, pero siempre recuerdo la misión que me ha sido encomendada y siempre estoy decidido cada día que pasa.

Yo estaba a lo lejos observando a la gloriosa Familia Real realizando obras de caridad, pero me concentré en el joven que Dios dijo que era su elegido, Ferdinand Von Rotenburg, el Príncipe Heredero de Dacia.

Pronto me aseguraré de que la Familia Real vuelva a tener el liderazgo en este país, mientras todos los traidores sufrirán por impedir el desarrollo de Dacia y evitar que los verdaderos líderes de nuestra nación sean algo más que figuras decorativas.

''Pronto recibirás lo que te corresponde por derecho, Alteza'', me digo mientras me alejo del lugar, con el claro objetivo, empezar a reunir partidarios y seguidores para que cuando llegue el momento, podamos reformar todo el país.

Fui a un bar cerca de la calle donde queda mi casa, siempre hay alguien allí hablando de política, eran principalmente hombres que querían desahogarse y estaban enojados con el actual gobierno, que no ha hecho nada para mejorar la situación en la que estamos.

Cuando llegué al bar, fui a una mesa vacía y me senté, pedí una bebida y simplemente esperé, en algún momento alguien comenzaría a hablar de política, para que pudiera comenzar.

No tuve que esperar mucho, ya que unos jóvenes adolescentes llegaron y se pusieron a beber un rato antes de empezar a hablar de política, estaban bien vestidos, y yo solo escuchaba la conversación, esperando el momento ideal, pero pronto uno de ellos dijo algo que me dejó enojado.