Parte 3: La revelación

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El día siguiente fue peor. Mi mente estaba en caos. Las imágenes seguían apareciendo, más claras, más reales. Comencé a ver cosas, sombras que se movían por el rabillo del ojo, susurros que me seguían a donde quiera que iba. La muñeca estaba conmigo, siempre, como una sombra oscura en mi alma.

En la escuela, no podía concentrarme. Los profesores me miraban con preocupación, pero no podían entender el infierno que estaba viviendo. Y entonces, ocurrió el incidente.

Estaba en el baño, sola, mirándome en el espejo. Mi reflejo comenzó a distorsionarse, mi rostro se convirtió en el de la muñeca, con esos ojos vacíos y fríos. No pude soportarlo. Golpeé el espejo, rompiéndolo en mil pedazos. La sangre goteaba de mi mano, pero no sentí dolor, solo una extraña satisfacción.

Esa misma noche, la muñeca me mostró más. Me llevó a un lugar oscuro en mi mente, un lugar donde se realizaban experimentos inhumanos. Niños y adolescentes, como yo, encerrados en jaulas, sometidos a torturas inimaginables. Sus gritos resonaban en mis oídos, mezclándose con la risa fría y cruel de la muñeca.

 Sus gritos resonaban en mis oídos, mezclándose con la risa fría y cruel de la muñeca

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Continuará...💀🖤

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