【One】

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Desapareció

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Desapareció. Hace muchísimo tiempo ella había desaparecido de nuestras vidas haciendo que tomemos caminos separados por medio de nuestros padres.

— ¿Qué es lo que quieres, que clase de mierda es el código DH? — Toma asiento frente a mí de forma brusca presentándose con los chismes.

— ¿No lo sabes? — Permanezco en silencio por el intercambio ligero de ambos.

— ¿Qué hace el aquí? — Masculla el coronel señalando con la mirada al italiano.

— ¿No es obvió? Vine por el código de paz y charla sobre la hermandad ¿no lo conoces? Oh, es verdad. Creciste completamente solo.

— Ambos crecieron solos — Corto su intercambio y me miran llenos de ofensa pero acierto — Christopher. Antoni. — Me acomodo en mi silla — Los he llamado queridos hermanos...

— Pareces padre de una iglesia dando misa, apúrate. — Me presiona Christopher.

— Ese papel te va mejor a ti — Se burla el italiano — ¿No es así? Padre Santiago.

— Maldito hijo de puta — Se le va encima tomándolo de las solapas del traje.

— ¡Ya basta! — Golpeo la mesa y me levanto tomándolos de la ropa aventandolos a los dos lejos. — ¡ME VAN A ESCUCHAR PEDAZOS DE MIERDA, SU HERMANO MAYOR VA A HABLAR Y ME DEBEN RESPETO! — Exploto y ambos me observan en silencio mandándose miradas retadoras cuando creen que me descuido.

— El comenzó. — Acusa Christopher.

— Tú iniciaste quitándome a mi Regina. Debiste de entregarla por las buenas, yo la haría feliz. ¿No haz visto esos ojos llenos de poder y hambre por ser dominada? — Se ríe Antoni.

— Deja de hablar de putadas y...

— Oh, ahora el Boss lleno de sumisas nos va a decir como hablar sobre eso, iluminanos. ¿Cómo deberíamos hablar? — La ironía de Christopher me estreza.

— ¡Silencio, maldita sea! — Vuelvo a golpear la mesa. — Así no se comporta un Delhi.

— No menciones ese maldito apellido. — Masculla Christopher.

— Eres un Delhi, debes acostumbrarte y atesorar eso. — Lo señalo.

— ¡Que no lo menciones! — Una ráfaga de fuego me intenta golpear pero la esquivo.

— Pero bien que usas sus habilidades. Ella no nos abandonó, si fuera así no nos hubiera criado con tanto amor y paciencia hasta donde pudo. Mamá está viva y nosotros como sus hijos haremos una alianza y vamos a recuperarla.

— ¿Cómo sabes que sigue con vida? — Me cuestiona mi hermano menor.

— Siempre visito el templo de nuestra madre, el collar se ha iluminado tanto que su jardín volvió a recobrar vida.

DelhiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora