4. 𝖤𝗑𝗉𝗅𝗂𝖼𝖺𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗌.

198 45 6
                                    

UMIKO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

UMIKO

Hace mas de veinte minutos que estaba despierta, mi rostro de frente al colchon y mi cuerpo apresado por los brazos de Kakashi, tenia que esconderme de el o esto probablemente se volveria incomodo para ambos. 

Con agilidad y rapidez deje una almohada donde deberia estar mi cuerpo para poder darme una ducha, coloque mi cuerpo en el agua sintiendo mi cuerpo destensarse y ser limpiado de tanto fluido que se escurrio sobre de mi una noche antes. 

Mi parte pervertida agradecia el dia de ayer, mas sin embargo mi parte racional se encontraba nerviosa pues nadie deberia saber que una joven de casi dieciseis se habia enrollado con su maestro y no solo una -en la cual tuvieron un hijo- sino dos y en una mision importante como lo era rescatar al kazekage. 

Mis sentimientos no estaban mezclados, no sentia nada por alguno de los chicos de Naruto mas sin embargo debia aparentar que sentia algo por minimo que sea. 

«Dios mio, me siento como los hombres del siglo veintiuno.»

En el momento que sali del baño un brazo se enrollo en mi cintura sin esperar nada mas y antes de que pudiera reaccionar una mano fue a parar a mi nuca sorprendiendome—. Mgh—gemi inconscientemente, esto se sentia delicioso pero al ver con claridez el rostro de Kakashi. Lo alejé rápidamente.—Lo siento cariño, pero debo ir a ver a Kankuro.

Este me encerró entre sus brazos por detrás—. ¿No podemos quedarnos un rato más? Quiero estar con la madre de mi hijo.

Sonreí, me encanta a ver cómo me rogaba—. Lo siento, no puedo. Tengo un paciente y debo atenderlo.—aún con sus brazos enrollados en mi cuerpo tomé las prendas de mi uniforme colocándolas cada una junto a mi ropa interior.

Dí un beso en sus labios antes de colocarme los zapatos—. Báñate y alístate, no deben sospechar que sucedió. Yo iré con Kankuro.

Kakashi solo rodó sus ojos pero asintió dejando un nuevo beso. —Te veré ahí.

Ambos nos despedimos, me coloqué los zapatos para salir de la habitación tranquilamente, en el camino hacía la sala de pacientes me encontré a la abuela Chiyo a quién saludé con felicidad—. Buenos días señora Chiyo.

—Vaya, pero si es mi jóven nieta—. Aunque no lo era, la señora Chiyo me consideraba la nieta que nunca tuvo ya que me conoció cuándo tenía trece años en el tiempo que había llegado con mi embarazo de dos meses. La de cabellos lilas me miró fijo—. Quisiera hacerte unas preguntas, ¿crees que podamos vernos en unos momentos?

—Si usted está dispuesta a esperarme unos minutos mientras veo el estado de Kankuro, podemos hablar lo que desee.—asintió por lo que sonreí. Me suponía lo que quería preguntarme.

Al entrar a la sala de pacientes pude detallar a Kankuro sentada tratando de mover su brazo—. El movimiento de los músculos puede que tarde unos días.—anuncié mientras llegaba dónde él se encontraba.

𝗘𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻 𝗢 𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼 | 𝖭𝖺𝗋𝗎𝗍𝗈 𝖲𝗁𝗂𝗉𝗉𝗎𝖽𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora