Cap - 11 - Maldita

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Las luces volvieron a encenderse en la instalación, los robots en el sitio vivían en su lugar como cada día, un pequeño trío de pre-woker drones, estaban reunidos cerca de una de las grandes puertas que daban a fuera del lugar, uno de ellos tomó de su bolsillo una tarjeta que dio a la puerta abrirse.

-¡Veamos que hay allá afuera... -. Dijo uno de los robots.
-Tal vez solo sea una desapariciones tontas... No creo que allá algo realmente peligroso-. Hablaba con fuerte tono en sus palabras. A lo que los otros dos respondieron.
-No seas pendejo-.
-Esta bien... Hagamos lo que sea... Rápido-.

El trío en medio de la nieve, caminaban sin rumbo ante el frío de la oscura pequeña instalación de lo que antes sus padres podían decir "hogar". Uno del trío fijo su vista en un par de iluminadas cuevas, destellos qué se iluminaban en rojo, párpadeos qué daban cada segundo.

-¡Vayamos allá!-. Dijo el robot fijando su vista de vuelta en sus amigos que estaban apagados, un par de grandes dientes cubrieron la cabeza de sus amigos, dejando caer el espesor líquido negriso en su cuerpo, mientras aquellos rasguñaban con sus garras el interior de los robots, hasta que levantaron su vista observando al robot. El pequeño asustado puso sus manos adelante suyo. Retrocedía con pequeños pasos, pequeños que toparon con algo detrás suyo, y una mordida fuerte y rápida, mancho los colmillos del mounstro.

El trío de woker drones fueron llevados por las grandes mandíbulas de los bichos, que arrastraron los cuerpos hasta dentro de la iluminada cueva, dejando el par de cuerpos, junto al lado de un hombre que vestía de capucha.

El hombre se percató de los bichos, quienes como par de perros quedaron sentados.

-Bien echo... Sigan por más-. Mando el hombre.

A lo que aquellos bichos grandes de chatarra salieron de la cueva.

El hombre tomó de las piezas, uniendolas nuevamente a una gran pieza circular en forma de huevo. Aquellos despieses echos de metal y chatarra, encendió con fuertes tonos rojisos en su rostro, en forma de ojos.

El hombre cambió su rostro a una expresiva sonrisa, tomando al huevo de chatarra, dirigiéndose a donde una robot en camilla, echa de más piezas que sobresalian de su cuerpo y rostro, mostrándole en sus brazos frente a la robot.

La robot, fija su mirada en el hombre y en el montón de tornillos rotos, acoplados a fuerza, sin forma y siendo montón de metal.
Agitaba sus manos con fuerza, daba pataletas a la cama, dandose golpes fuertes en su cuerpo.

-Yeva, Yeva, calma... Aquí esta, tu nueva forma, es de tu parte, echo de ti... ¿No te parece hermoso?-. El hombre se sentó en la camilla al lado de la robot, acercandole más su nueva creación.

La robot solo veía a la pequeña echa de piezas, quienes en sus ojos rojisos, veía su similitud en la chatarra, volviendo a tratar de levantarse, pero aquellas cadenas volvían a aprisionarla a ver.

-Tranquila, Yeva, solo ve a tu nueva yo... Apuesto que aunque no hables, estas contenta con ella... Y creo lo estarás más, si le damos el mismo propósito que tiene su madre, ¿no lo crees?-. Dijo el hombre, que se levantó de la camilla, y con el huevo echo de metal, dejo atrás a Yeva. Quien con sus brazos, jalaba las cadenas, levantando la mano, queriendo tomarla, pero sin poder llamar a su nombre, sin poder traerla de vuelta.

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El hombre en capucha puso al huevo en una camilla, colocando un par de herramientas cerca del huevo. Comenzó a poner las herramientas encima del cascarón, abriendo su interior, y luego soltar a la pequeña, dirigiéndose a un mueble agarrando un pequeño USB, volviendo a ir donde la pequeña, que con su interior abierto, colocaría el dispositivo.

Cyn - un Amanecer // MD historia de cynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora