Desfile de la muerte de un señor supremo benévolo

Capítulo 9 (9/9)

Olympe Maxime esperó pacientemente a que el señor Remus (aún no se había aprendido su nombre completo y no podía ser tan informal como el profesor Dumbledore) le abriera la puerta. Había decidido volver poco después del mediodía del lunes para saber a qué escuela iría la señorita Potter. Y después de pasar la mayor parte del fin de semana intentando averiguar sobre la situación de la señorita Potter y sus tutores, tenía varias preguntas que necesitaba respuestas. Más específicamente, necesitaba saber exactamente cómo se convirtieron en los tutores de la joven. No había podido encontrar ninguna evidencia concreta de quiénes eran o de dónde venían. Y por mucho que le agradara Albus, él no era de los que se deshacían de su conocimiento fácilmente. Simplemente no estaba dispuesta a arriesgarse a una reacción violenta si había demasiadas incógnitas involucradas. Era mejor dejar que el viejo mago se ocupara de eso.

Después de todo, ella era instructora y no se arriesgaría a poner en peligro a sus hijos si estuviera en sus manos hacerlo.

Finalmente, la puerta fue abierta por el mismo hombre que la había recibido la última vez. Ella notó que sus ojos tenían una mirada vidriosa de agotamiento y resignación mientras una expresión de reconocimiento cruzaba su rostro. No tenía idea de por qué estaría tan resignado, pero lo dejó de lado por el momento.

"¿Puedo entrar?", preguntó educadamente. No tenía ningún interés en imponer su posición y esperaba generar cierta buena voluntad respetando su evidente deseo de privacidad. El grado en que se escondieron lo dejaba claro.

"Por supuesto". El señor Remus le abrió la puerta en silencio. Después de que ella entró al apartamento, agachándose para no golpearse con el marco de la puerta o el techo, la condujo en silencio a una espaciosa sala de estar.

"Espere aquí." Arqueó una ceja ante la extraña falta de preguntas del hombre y se sentó en un sofá bastante lujoso que era sorprendentemente cómodo para su gran tamaño. Desapareciendo en una habitación lateral, el Sr. Remus regresó rápidamente con varias mujeres jóvenes impresionantes en uniformes de sirvienta. Olympe apenas pudo ocultar su sorpresa al ver a alguien vestida con ropa con tales connotaciones. Cada vez surgían más preguntas en su cabeza al ver al extraño y bastante diverso grupo.

"{... ¿Quién?}" Una chica absolutamente hermosa con una expresión de muñeca le preguntó en un tono completamente monótono. Dada la respuesta un tanto cortante, asumió que quien estaba hablando era el orador del grupo o el único que hablaba francés. O una combinación de los dos, dada la mirada dura de la belleza asiática y la aparente falta de interés de la pelirroja.

"Me llamo Olympe Maxime. Soy la directora de la Escuela de Brujería de Beauxbaton. Sé que esto puede resultar un poco imponente, pero esperaba hablar con la señorita Potter o con sus tutores para hablar de su educación. También quería hacerle algunas preguntas sobre su educación, dado lo poco que se sabe sobre su vida". Sabiendo que si era astuta o despistada en sus intenciones, probablemente las relaciones se deteriorarían, optó por un enfoque directo.

—{...No estoy aquí... ¿Espera?} —preguntó la chica inclinando la cabeza. Olympe tardó unos segundos en comprender por completo la cortante respuesta, pero finalmente la interpretó como que la señorita Potter y sus tutores no estaban presentes en ese momento. Sonriendo cálidamente, asintió con la cabeza en señal de afirmación ante la solicitud de esperar. Realmente no era ningún inconveniente, y reunirse en sus términos en lugar de forzar una hora de reunión valía la pena.

Las sirvientas hablaron rápidamente entre ellas en un idioma asiático que ella no podía entender mientras discutían qué hacer. Aunque ni ella ni el señor Remus, a juzgar por su expresión, podían entender el idioma, se sorprendió cuando él palideció y se alejó en silencio después de escuchar la palabra "Albedo" mencionada varias veces. No se le escapó que él se estaba esfumando para lo que fuera que estuvieran decidiendo.