Más Allá de las Apariencias

Capítulo 3: "La Fuerza de la Amistad".

Cuando Ayaz se sentó al lado de Nayara, ambos se miraron y sonrieron, disfrutando de un momento que parecía solo para ellos. Sin embargo, esa burbuja de complicidad fue rápidamente interrumpida por las risas burlonas de Susen y Elif.

"¡Mira quiénes son los nuevos tortolitos!" exclamó Susen con una sonrisa sarcástica. "¿Desde cuándo Nayara tiene un interés romántico? ¡Esto es nuevo!"

Elif se unió a la broma. "Sí, ¿qué le has hecho a nuestra Nayara? ¡No te reconozco! ¿Te has vuelto blanda o qué?"

Nayara sintió cómo su rostro se encendía de vergüenza y furia. "Chicas, basta", dijo con un tono firme, pero su voz temblaba ligeramente.

Tolga y Sarp, que estaban en la fila detrás de ellos, no tardaron en sumarse a las burlas. "Vamos, Nayara, ¡no te pongas así! Solo estamos bromeando", dijo Tolga con una risa burlona. "Pero si necesitas ayuda para conquistar a Ayaz, ¡aquí estamos!"

Sarp se inclinó hacia adelante con una expresión exagerada. "Sí, sí, cuéntanos tus secretos. ¿Ya le diste tu número? ¿O tal vez un corazón dibujado en su cuaderno?"

La risa resonaba en el aula y Nayara sintió cómo la frustración crecía dentro de ella. Pero lo que realmente la sorprendió fue la reacción de Ayaz. Su expresión cambió drásticamente; el brillo juguetón en sus ojos se desvaneció y fue reemplazado por una mirada intensa.

"¿Qué les pasa?" preguntó Ayaz con voz baja pero firme, dirigiéndose directamente a Susen y Elif. "No tienen derecho a hablarle así."

Los murmullos cesaron instantáneamente mientras todos giraban sus miradas hacia él. La sorpresa era palpable; nadie esperaba que Ayaz interviniera de esa manera.

"Es solo una broma", intentó justificar Susen, aunque su tono ya no era tan seguro.

"No es gracioso", respondió Ayaz

Ayaz, sintiendo que la situación se había vuelto demasiado tensa, tomó un respiro profundo antes de continuar. Su mirada se centró en Nayara, quien parecía visiblemente afectada por las burlas.

"Escuchen", dijo Ayaz, su voz más firme ahora. "Nayara es una persona increíble y no merecía esos comentarios. Todos tenemos derecho a ser tratados con respeto, y lo que están haciendo no es divertido. Si no pueden ser amables, entonces mejor mantengan sus bocas cerradas."

El aula quedó en silencio, y los compañeros de Ayaz intercambiaron miradas sorprendidas. Nadie había visto esa faceta protectora de él antes. Susen y Elif parecían atónitas, incapaces de encontrar palabras para responder.

"¿Te crees el héroe o qué?" murmuró Tolga, intentando restarle importancia a la situación, pero su tono era menos desafiante que antes.

"No se trata de ser un héroe", replicó Ayaz con calma. "Se trata de ser un buen amigo y defender a quienes importan. Y Nayara importa."

Nayara sintió una oleada de gratitud hacia Ayaz. Su corazón latía con fuerza mientras lo miraba; nunca había imaginado que él se pondría de pie por ella de esa manera. La tensión en el aire comenzó a disiparse lentamente.

"Si quieren seguir bromeando, háganlo sobre algo que no involucre a otras personas", continuó Ayaz, su tono ahora más suave pero aún firme. "Todos estamos aquí para aprender y apoyarnos mutuamente."

Finalmente, Sarp rompió el silencio con una risa nerviosa. "Está bien, está bien... No queríamos ofenderte, Nayara."

Las chicas asintieron, aunque todavía parecían un poco incómodas. "Lo sentimos", dijo Elif finalmente, mirando a Nayara con sinceridad.