Nueva escuela, nuevos amigos!!

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La tarde caía suavemente sobre la ciudad, y Shuji, sentado en su nueva habitación, observaba por la ventana cómo el sol desaparecía tras los edificios. El día siguiente marcaría un nuevo comienzo para él. Todo había cambiado tan rápido: el entierro de su madre, mudarse con su padre Mori Ougai, un hombre que apenas conocía, y ahora... su nuevo colegio.

Shuji debía empezar el segundo grado, o eso había creído hasta esa misma mañana. Sin embargo, los papeles y el expediente que su padre había conseguido revelaron algo inesperado: lo habían adelantado dos grados. En lugar de estar en segundo, Shuji iba a entrar directamente al cuarto grado. Según el informe, su inteligencia era superior al promedio. Mori había leído el expediente con una mezcla de sorpresa y orgullo. Shuji, por su parte, se sintió pequeño bajo la mirada atenta de su padre.

Mientras las horas pasaban, Shuji se acurrucaba en su cama, con la cabeza llena de pensamientos. A su corta edad, apenas entendía lo que todo eso significaba, pero sabía que algo era distinto en él. ¿Qué significaba ser más inteligente que los demás? No se sentía diferente, no más fuerte ni más valiente. De hecho, en ese momento, lo único que podía sentir era el peso del miedo.

- ¿Qué pensarán los otros niños de mí? - se preguntaba en silencio.

El cuarto grado. Niños más grandes, más altos, más seguros de sí mismos. Shuji imaginaba los pasillos de la escuela llenos de rostros desconocidos, de miradas curiosas y quizás juzgadoras. Aunque su padre le había dicho que estaba orgulloso de él, eso no aliviaba la ansiedad que crecía en su pecho.

Mori había intentado calmarlo esa tarde. Se había sentado a su lado, colocando una mano sobre su hombro, una de las pocas muestras de afecto que había recibido desde que lo conoció.

- Shuji -le dijo su padre con voz firme pero gentil-, eres especial. Tu madre lo sabía, y yo también lo sé. Esto no es algo malo, es una oportunidad.

Shuji solo asintió, sin atreverse a mirarlo a los ojos. Quería creerle, pero las sombras de la duda seguían persiguiéndolo.

El silencio de su habitación le parecía ensordecedor. Apretó contra su pecho uno de los cuadernos que había traído de su antigua casa, lleno de dibujos y garabatos que hacía cuando su madre vivía. Dibujos que le habían dado un escape del mundo. Ahora, ese mundo lo arrastraba a una realidad desconocida, donde tendría que demostrar que merecía estar allí, entre niños mayores, en una escuela nueva, lejos de todo lo que alguna vez había conocido.

Se acurrucó bajo las mantas, deseando que la noche se extendiera un poco más, que el amanecer no llegara tan pronto. Pero el peso de sus pensamientos no le permitió conciliar el sueño de inmediato. Se preguntaba si su madre estaría orgullosa de él, si ella hubiera estado de acuerdo con esa decisión de adelantarlo, o si también le habría dicho que todo estaría bien, tal como lo había hecho Mori.

-Ojalá ella estuviera aquí- pensó Shuji, mientras una lágrima silenciosa rodaba por su mejilla.

Finalmente, cuando el cansancio lo venció, Shuji cerró los ojos con el corazón apretado y una sensación de incertidumbre que no desapareció. Sabía que el día siguiente traería consigo nuevos desafíos, y aunque no lo admitiera, algo en su interior estaba dispuesto a enfrentarlos. Tal vez había algo de verdad en lo que decía su padre. Tal vez, solo tal vez, ese nuevo comienzo era el primer paso hacia descubrir quién era realmente.
Pero esa noche, antes de dormirse por completo, Shuji no pensaba en su inteligencia, ni en el orgullo de su padre. Pensaba en cómo sería encajar, en si haría amigos, en si los otros niños lo aceptarían. Y, sobre todo, se preguntaba si él mismo sería capaz de aceptar todo lo que estaba por venir.

El amanecer apenas comenzaba a teñir el cielo de tonos rosados cuando Shuji abrió los ojos. La emoción revoloteaba en su estómago, una mezcla de nerviosismo y expectación por su primer día en la nueva escuela. Apenas eran las cinco de la mañana, pero no podía volver a dormir. El uniforme, colgado en el baño desde la noche anterior, parecía llamarlo.

Más que un cielo 🔞 || Fyodor x Dazai x Ranpo x Chuuya Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora