Hey, Rubia... (#1)

Cuarenta y Tres.

N/a super importante, por favor leanla y no pasen de ella.

- ¿Estas hablando en serio? - sus palabras se mezclaron con el ruido de los carros que pasaban por el parque, tanto así que la chica rubia con un gran esfuerzo lo pudo escuchar.

-Nunca he hablado mas en serio.- Lanzo otra de las muchas bombas que tenia reservadas para esa tarde.

Se sentía mal. Muy mal. Pero no tenia otra opción. Debía hacerlo ya, no le quedaba mas tiempo.

-¡Joder no! Esto es un sueño, un mal sueño. Me voy a despertar y todo va ser igual. Nada de viajes, nada de abuelas enfermas, nada de tenemos que terminar. No, no y no.- Hablo de nuevo su novio, próximamente... ex- novio.

Ya le encantaría a ella que todo eso fuera un mal sueño, del que se despertaría y no tendría que pasar por esa situación donde toma una de las decisiones mas difíciles de su vida y donde su corazón se desgasta con cada palabra que se dice en aquella conversación con su chico.

- ¡Diablos Connor!- Grito ya exasperada y molesta. No con el, si no con ella por hablar tarde y hacer las cosas mal- ¡No hagas esto mas difícil! Lo escuchaste bien. Me voy mañana y no se por cuanto tiempo. Mi abuela esta muy enferma y necesita que alguien cuide de ella.

-Eso lo entiendo y enserio espero que mejore pronto, pero no por eso tenemos que terminar Ems. Podemos llamarnos todos los días, enviarnos mensajes, hacer videollamadas por Skype e incluso visitarnos...

-No digas tonterías. Estamos hablando de Texas y Nueva York, son unas 26 horas de viaje en autobús.- Interrumpió la rubia con un poco mas de sequedad y brusquedad de la que pretendía.

Aun le costaba entender como un chico de ese calibre se había fijado en ella, una chica común y corriente con muchísimas imperfecciones. Una buena prueba de eso, era el echo de que siguiera ahí, intentando una y otra y otra vez que su novia cambiara de opinión para continuar con su relación y no perder a la chica que tanto amaba.

Pero como toda persona que tiene sentimientos, Connor tiene limites y con esas ultimas palabras, estos fueron atravesados . Ya no lo soportaba mas, era inútil ser el único que luchaba; con el corazón arrugado, lagrimas aprisionadas en sus ojos y el grito de su subconsciente advirtiéndole que luego se arrepentiría, dijo:

-¡Vete!

-¿Como dices?

-¡Que te largues carajo!- en esta ocasión grito- Si quieres que terminemos esta bien, pero sera a mi modo. Quiero que te vayas, no me llames y no me escribas.

-Escucha.- suspiro la rubia- No quiero que las cosas terminen así. Tal vez cometí un error al decírtelo de esta manera, pero...

Y definitivamente, cometió un gran error. ¿quién es su sano juicio terminaría una relación de casi un año y medio, justo el día que cumplían meses y que encima el chico horas antes, le había enviado un mensaje diciendo que tenia un regalo muy especial para ella?

-Tu tomaste la decisión de que esto terminará así, en el momento que dejaste de luchar y no pensaste en todo lo que perderías al irte de Nueva York.

...bip bip bip...

El sonido de su celular la hace despertar de aquel trance donde se encontraba. Emily busca el aparato rápidamente para darse cuenta que su amiga Dakota es la responsable del ruido.

-¿si?

-hasta que te dignas a contestar- es lo primero que dice- Te he llamado unas doscientas mil veces y ni hablar de los mensajes ¿se puede saber donde te metiste, Emily Ailann Moore?