Capítulo 9

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Lejos del mundo de Runaterra, al otro extremo de todo.

Daishinkan y sus aliados habian asediado una gran y maginifica ciudad. Esta era la ciudad mas preciada por los dioses.

Numerosos seres celestiales, campeones, criaturas y semidioses defendian la gran ciudad de oro contra este ejército invasor

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Numerosos seres celestiales, campeones, criaturas y semidioses defendian la gran ciudad de oro contra este ejército invasor.

Al sacerdote de Zeno-Sama no le importaba en lo más mínimo lo que le pasaba a la gente que vivía aquí, simplemente caminaba con una sonrisa mientras que sus aliados aniquilaban todo. Pasado un tiempo, la ciudad dorada quedó hecha ruinas y al final de esta, había una entrada y Daishinkan estaba frente a ella.

-Bah, al final esto resultó ser más fácil de lo que creia

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-Bah, al final esto resultó ser más fácil de lo que creia.- decia un hombre con armadura y un martillo de guerra.

-Esta ciudad esta a nuestra merced, ya no queda alguien que pueda oponerse

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-Esta ciudad esta a nuestra merced, ya no queda alguien que pueda oponerse.- Este tenía también una armadura y su cabeza parecía a la de un pulpo.

- Este tenía también una armadura y su cabeza parecía a la de un pulpo

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Aventuras en RunaterraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora