La analogía de la predicación es un concepto clave en la filosofía de Santo Tomás de Aquino para entender cómo podemos hacer afirmaciones verdaderas sobre Dios sin comprometer su simplicidad. Aquí te explico este concepto con más detalle:
Predicación Unívoca: Cuando atribuimos un predicado a dos cosas, si lo hacemos de manera unívoca, significa que el predicado se aplica exactamente del mismo modo a ambas cosas. Por ejemplo, cuando decimos que "Sócrates es un hombre" y "Platón es un hombre", el predicado "hombre" se aplica de la misma manera a ambos.Predicación Analógica: En contraste, la predicación analógica implica que el predicado se aplica de manera similar pero no idéntica a las cosas a las que se atribuye. Esto es crucial para entender cómo podemos predicar algo de Dios y de las criaturas.
Tomás de Aquino distingue dos tipos principales de analogía:
Analogía de Atribución:Cuando un predicado se atribuye a diferentes cosas, pero se dice primariamente de una y secundariamente de las otras en relación con la primera.Por ejemplo, "sano" se dice primariamente del animal y secundariamente de la orina y la medicina, en la medida en que están relacionadas con la salud del animal.Analogía de Proporcionalidad:Cuando un predicado se atribuye a diferentes cosas en virtud de una proporción o relación similar entre ellas.Por ejemplo, "ver" se dice del ojo en relación con el cuerpo, y de la mente en relación con el alma. La proporción es similar pero no idéntica.
Cuando atribuimos perfecciones a Dios que también se encuentran en las criaturas, como sabiduría, bondad o existencia, no lo hacemos de manera unívoca. Dios no es sabio, bueno o existente de la misma manera que las criaturas.
En Dios, la perfección es idéntica a su esencia, que es su ser mismo (esse). En las criaturas, la perfección es distinta de su ser y lo modifica.Por lo tanto, cuando decimos que Dios es bueno, no significa que Dios tenga bondad como una cualidad, sino que Dios es bondad misma.ImplicacionesLa analogía permite hacer predicaciones verdaderas sobre Dios sin caer en contradicciones.Evita tanto el univocismo (pensar que Dios y las criaturas son iguales) como el equivocismo (pensar que no podemos decir nada verdadero sobre Dios).Reconoce que Dios es trascendente pero también inmanente, diferente pero no totalmente ajeno a las criaturas.Ejemplo Práctico
Si decimos que "Dios es sabio", estamos utilizando la analogía de la predicación. La sabiduría de Dios no es como la sabiduría humana, que puede ser limitada y sujeta a error. En cambio, la sabiduría divina es perfecta y absoluta, y se entiende como parte de su esencia.