Existe una leyenda que habla de un hilo rojo que une a aquellos que están destinados a encontrarse sin importar el tiempo transcurrido, la lejanía del lugar o lo adverso de las circunstancias.
Está leyenda siempre habla de dos personas destinadas, p...
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Existe una leyenda muy antigua que habla acerca de un hilo rojo atado al meñique que te une con aquella persona a la que estas destinada a encontrarte, este hilo se puede estirar, contraer, enredar, pero nunca romperse.
No importa el tiempo, la distancia o las circunstancias, pase lo que pase aquellos que estén atados al mismo hilo se van a encontrar. Usualmente las historias relacionadas a está leyenda hablan únicamente de dos, sin importar su genero, pero ¿y si fueran tres?
Tres personas atadas a un mismo hilo, destinadas a encontrarse, hechas para estar cerca.
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-¿Tu sudadera es de Marvel?- escuche detrás de mi, sin pensarlo mucho me voltee en dirección a la voz, era un chico sentado en el pupitre de atrás, mi mirada rápidamente fue a detenerse en la sudadera que traía puesta, también era de Marvel.
-Sip, ¿Te gusta mucho?- señale a su sudadera y me miro con una sonrisa.
-Aja, prefiero a los villanos sobre los superhéroes mi favorito es Carnage ¿y el tuyo?-
-¿De verdad? yo prefiero superhéroes mi favorito es Spiderman- no pude evitar emocionarme, es miércoles de la primer semana de clases y ya tengo a mi nuevo mejor amigo.
-Me llamo Axel, ¿y tú?-
-Gustavo- extendí mi mano para que fuera un saludo más "formal" imitando a algunas películas.
Desde entonces hemos sido básicamente inseparables, cualquier cosa, lo que sea lo hacemos juntos, si va Axel yo voy y sino entonces yo tampoco; no me equivoque al decir que había encontrado a mi nuevo mejor amigo, sin embargo últimamente las cosas no han estado bien conmigo, ya no lo veo como antes, no es que me caiga mal, lo contrario, le tengo un gran cariño y ha estado conmigo en momentos muy difíciles.
Hace poco entre a la preparatoria y esperaba que Axel quedara por lo menos en el mismo turno, pero no logro pasar el examen, el habernos separado un poco me hizo darme cuenta de algunas cosas que quizás no quiera decir fuera de las bromas de coqueteo que solemos hacer.
El extrañarlo tanto al ya casi no tener tiempo para vernos me hizo estar más consiente de esos detalles que lo hacen ser él, en ocasiones durante las noches, tratando de conciliar el sueño me llegan recuerdos que no puedo controlar, recuerdos que me muestran lo lindo de sus ojos, su cabello lacio que comenzó a dejarse crecer o esa risa que deja salir cuando digo un chiste terriblemente malo, me da miedo que signifique, pero esto no es normal, no me gusta.
Trate de olvidar todos esos pensamientos extraños tratando de conocer a las personas del salón en el que estaba y conocí a Omar, es una persona graciosa y aun que es bobo me cae muy bien, además compartimos gustos en series y es entretenido hablar con él.
Haberlo conocido me ayudo a olvidar por un momento esos raros pensamientos acerca de Axel, tengo que buscar como dejar de sentirme así, ¿cómo lo voy a ver a la cara ahora?
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Cuando te encuentras con esa persona, ese hilo que recorre sus meñiques brilla en señal de haber cumplido con su objetivo, juntar a aquellas personas que fueron hechas para estar juntas.
