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Aemma POV.

Mire desde el balcón como mi familia se iba acompañada de la familia de Rhaenyra, mi corazón se estrujo al recordar que ahora, por culpa de Lucerys, Halaena estaría sola.

Cerré los ojos dejando escapar aquellas lágrimas traicioneras que estaban retenidas en mis ojos violetas desde hace horas, no quería casarme y mucho menos con Lucerys y Rhaena. Mire hacia atrás, encontrando la mirada triste de ambos niños.

"Aemma, quieto pedirte perdón por lo que hice, no pensé en las consecuencias de mis actos y solo... te herí sin razón, perdóname" Luke fue el primero en acercarse a mi, tomando mis manos entre las suyas sin ningún cuidado o permiso.

"No, por su culpa ahora estoy encadenada a un lugar al que no pertenezco, yo soy Sangre y Fuego, Marcaderiva es Mar y Sal. Yo no pertenezco aquí" Separe mis manos de Lucerys, mirando de forma despectiva a Rhaena que en ningún momento se había acercado a mi.

"¿Tu encadenada? ¡Soy yo la que esta obligada a quedarse aquí! ¡Ustedes pueden irse cuando quieran en sus dragones! ¿¡pero yo!? ¡Solo puedo quedarme aquí y esperar que un dragón me acepte como jinete para por fin ser libre otra vez!" Rhaena, claramente molesta, se acerco a mi y me dio una cachetada que causó que me mareara, el golpe fue tan fuerte que incluso mi cara se volteó.

"¡Rhaena! ¡Detente! ¿¡que rayos haces!?" Desesperado, Lucerys alejo a Rhaena de mi antes de que iniciaremos una confrontación aún más grande.

La mire furiosa y simplemente me fui, si volvía a provocarme iba a golpearla.

Al día siguiente

nos vimos asustadas ante la mirada inquisidora de la princesa Rhaenys, quien simplemente nos observaba con desdén, ignorandome a mi y a el rostro enojado de Rhaena.

"Niñas, se que aún son muy jóvenes pero es mejor instruirlas desde ya, por lo que desde hoy iniciaremos sus lecciones para que aprendan a ser buenas señoras para Marcaderiva. Con todo el problema que tenemos con la triarquia, Corlys puede ser dañado y Lucerys necesitará del apoyo de sus esposas para llevar por buen camino esta isla." Ella se sento en una silla cercana, cruzando sus piernas de forma elegante afirmando aún más su clara ascendencia real.

"Pero abuela, la próxima señora de las mareas seré yo, Aemma solo será la puta de Luke" Menciono Rhaena, con un tono cargado de odio hacia mi.

"¿Puta? Cuida tu lengua Rhaena, no permitiré tales insultos hacia mi, ni ahora ni nunca." Apreté mis puños, lista para lanzarme a ella y golpearla en caso de que la situación escalara más de lo necesario

"Tu debes cuidar la tuya, seré la señora de las mareas, tu solo seras una granja de bebés." 

Después de que Rhaena dijo eso no tarde en lanzarme a ella iniciando a golpearla seguidamente hasta que unos guardias me alejaron de ella

"Ya veras que la granja de bebés será otra."

Con eso dicho me fui de allí y corrí a la habitación que compartía con Lucerys y Rhaena, encontrando a Luke leyendo uno de los tantos libros que se encontró en la biblioteca.

"Oh, Aemma, pensé que sus lecciones con Rhaenys iniciaban hoy ¿Que sucedió?" El se levantó inmediatamente al notar mi pelo algo despeinado y mi rostro sudoroso

"Tu prometida me llamo puta y granja de bebés, menosprecio mi puesto como tu futura esposa y me enoje, así que la golpeé y Rhaenys nos detuvo." Me apoye en el, ignorando que tan solo hace un día había rechazado su intento de disculpas.

"¿Qué? Eso no tiene sentido, tu y ella serán mis esposas y las señoras de las mareas, ¿Por qué llamarte de esa manera aún sabiendo que las dos deberán dar a luz hijos míos? No entiendo." Luke alzó su ceja izquierda, tan confundido como yo cuando note que ya no podía ver por el ojo izquierdo.

Avy Jorrāelan | Lucemond.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora