Después de la fiesta, Perth y Santa no podían dejar de pensar el uno en el otro. Santa cumplió su promesa y llamó a Perth al día siguiente para concretar su primera cita. Decidieron encontrarse en un pequeño café en el centro de la ciudad, conocido por su ambiente acogedor y su excelente café.
El sábado por la tarde, Perth llegó al café unos minutos antes de la hora acordada. Estaba un poco nervioso, pero emocionado por ver a Santa de nuevo. Cuando Santa llegó, con una sonrisa radiante y una chaqueta de cuero que le daba un aire despreocupado, Perth sintió que su corazón se aceleraba.
—Hola, Perth —dijo Santa, acercándose para darle un abrazo.
—Hola, Santa. Me alegra verte —respondió Perth, devolviéndole el abrazo.
Se sentaron en una mesa junto a la ventana, desde donde podían ver la calle animada. El café estaba lleno de gente, pero para ellos, parecía que el mundo se había detenido. Comenzaron a hablar de nuevo, retomando la conversación donde la habían dejado en la fiesta.
Santa le contó a Perth sobre su último proyecto, una película independiente en la que estaba trabajando. Perth, a su vez, habló sobre su pasión por la fotografía y cómo había comenzado a explorar nuevas técnicas. La conversación fluía de manera natural, y ambos se sentían cada vez más cómodos el uno con el otro.
Después de un rato, Santa sugirió que fueran a dar un paseo por el parque cercano. Perth aceptó con entusiasmo, y juntos caminaron por los senderos arbolados, disfrutando del aire fresco y la compañía mutua. Mientras caminaban, Santa tomó la mano de Perth, y este gesto sencillo hizo que ambos se sintieran más conectados.
—Me gusta pasar tiempo contigo, Perth —dijo Santa, mirando a Perth a los ojos.
—A mí también, Santa. Siento que puedo ser yo mismo contigo —respondió Perth, apretando suavemente la mano de Santa.
Se detuvieron junto a un pequeño lago, donde se sentaron en un banco y continuaron hablando. Compartieron historias de su infancia, sus sueños y sus miedos. Perth se dio cuenta de que Santa no solo era un actor talentoso, sino también una persona genuina y amable.
La tarde pasó rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, el sol comenzaba a ponerse. Santa miró a Perth y sonrió.
—Ha sido un día increíble. ¿Te gustaría que repitiéramos esto pronto? —preguntó Santa.
—Definitivamente. Me encantaría —respondió Perth, sintiendo una calidez en su corazón.
Se despidieron con un abrazo y un beso en la mejilla, prometiéndose volver a verse pronto. Mientras caminaban en direcciones opuestas, ambos sabían que este era solo el comienzo de algo especial.
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El Viaje del Amor
FanfictionPerth y Santa, dos actores enamorados, enfrentan juntos los desafíos de la vida cotidiana y la distancia, fortaleciendo su amor. Con el apoyo de amigos y un adorable cachorro, su amor trasciende el tiempo, culminando en un reencuentro eterno más all...