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Buenas noches, soy Hitoshi Shinso, en las exclusivas en este maratón de noticias de 24 horas les informamos cómo continúa las acciones en el edificio gubernamental. Hace horas se perdió el contacto con nuestro camarógrafo en la zona.

Sin embargo hemos recibido un fragmento de audio, proveniente de este mismo. Lo reproduciremos para saber qué tiene que comentarnos.




"Me encuentro en una pequeña habitación con paredes de concreto, sin ventanas, a salvo pero inquieto. A mi alrededor, hay unas diez personas más: colegas periodistas, personal de seguridad, y algunos funcionarios gubernamentales. Todos estamos en silencio, cada uno en su propio rincón de ansiedad. El eco de la explosión aún resuena en nuestras mentes.

Es irónico que estemos aquí, escondidos, refugiados en este búnker improvisado bajo el edificio del ministerio, un lugar que hasta hace unas horas era considerado seguro. La explosión ocurrió justo después de que se empezó una marcha "pacífica". Un coche bomba, aparentemente dirigido a la comitiva del nuevo líder electo, sacudió la capital hace apenas dos horas.

Pude escuchar los gritos y ver la nube de humo negro desde la ventana de la oficina de prensa. En cuestión de minutos, el caos se apoderó de la ciudad. Las sirenas de la policía y los servicios de emergencia cortaron el aire denso, y se nos ordenó a todos que buscáramos refugio de inmediato. Hay informes de múltiples heridos, un ejemplo es mi compañera camarógrafa y, lamentablemente, también de víctimas mortales.

A medida que avanzan las horas, las noticias llegan fragmentadas y confusas. Los rumores circulan rápidamente, alimentados por el miedo y la incertidumbre. ¿Fue el atentado obra de un grupo terrorista conocido, o un ataque solitario? Nadie lo sabe con certeza. Mientras tanto, las autoridades han declarado el estado de emergencia, y las calles están ahora bajo un toque de queda estricto.

En este momento, es difícil concentrarse en otra cosa que no sea la preocupación inmediata por nuestra seguridad. Pero, como periodista, me esfuerzo por seguir recopilando información, hablando con los que están aquí conmigo, y tratando de obtener cualquier actualización del mundo exterior. Nos han dicho que podríamos estar aquí durante horas, quizás incluso toda la noche, hasta que la situación se considere segura.

El eco de un teléfono vibrando resuena en la habitación, y de repente todos giran la cabeza hacia el sonido. Todos estamos esperando algún tipo de señal, una confirmación de que esto es solo un mal sueño del que pronto despertaremos. Hasta entonces, permanecemos aquí, refugiados en la incertidumbre."

Continuaremos luego de los cortes comerciales.

Transmisión en vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora