El Internet fallido

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Katherine.

Mi día a día comienza siempre con estrés, y hoy precisamente no estaba de un buen humor para tolerar cada cosa que me ocurría.

Por eso, cuando trate de enviar unos trabajos, que mi exigente profesor me había pedido y el internet dejó de funcionar supe que mi día se iría a la mierda.

—¡Joder!—pateo el router del internet por que dejó de prender, un chillido sale de mi cuando noto una cortina de humo.

—Mierda, Mierda—sopló con la mano y la boca para que se apague ese humo.

Me siento completamente en el suelo derrotada, ¿Ahora que haré? Podría pedirle prestado su internet al pervertido de mi vecino, pero no hace mucho escucha su puerta abrirse y cerrarse así que, es posible que saliera.

Mi última opción es mi casera; Ally, es una señora tétrica que tiene las pestañas muy, pero muy.

Créanme cuando les digo que están MUY pintadas sus pestañas, son tan negras que parecen patas de araña.

Tiene muchas arrugas por toda la cara y es una amargada, siento que me odia por bella.

Vale no, tal vez no sea por eso. Pero si se notaba su fastidio cuando llegue hace unos años a pedir alojamiento.

Algo estresada me rasco la nuca y levantándome me sacudo del polvo, camino un poco y al abrir la puerta de mi habitación aparece mi casera.

—¡Oh niña, ¿No te habías ido?—estaba frente a mi puerta, okey aveces si me da demasiado miedo esta señora, lo juro.

—Hola—le doy mi mejor sonrisa pero sale una mueca—Ya me iba, pero tenía que entregar antes un trabajo.

Señale atrás de mi puerta y ella pestañea inocentemente, tiene el párpado pintado de azul y trago saliva por el miedo.

—Ok, hasta luego.

Se da la media vuelta.

—¡Espere!—se detiene de golpe y me mira—¿Me podría prestar su internet?

Junto ambas manos en súplica y ella suspira.

—Me ah estado fallado cielo.

Mentira, desde mi departamento la escucho ver sus series de telenovelas en Youtube por qué es demasiado "actualizada" (según ella), para verlas en la tele por cable.

—Ok gracias.

Me da un asentimiento y se va rápidamente por las escaleras.

Mi edifico es tan grande y tan raro que no me sorprendería que vivieran gente del bajo mundo, ya saben hubo una ocasión en que escuché a mis vecinos hacerlo y él la nalgueaba y ella pedía más.

Fue muy perturbador, yo jamás pediría algo así, es denigrante y aquel hombre parecía que nunca se venía o yo que se, duro toda la maldita noche y yo no podía ni durar dormida una hora.

Al entrar a mi habitación pensé en muchas posibilidades, tenía datos móviles pero si los ocupaba ahora mismo, después solo servirían para mensajes y yo tendría que ver videos para despejar la mente.

Los minutos pasaban y mis uñas se iban acabando, tenía una hora exactamente para entregarlo oh si no, perdería el año.

Si lo perdía el 50% de mi beca sería quitada y ahora no solo no tendría donde vivir tampoco donde estudiar.

Ya era muy malo comer comida de supermercado como para tener que comer comida de la basura.

¿Y si eso me pasaba?, si no lograba darle mi trabajo a mi profesor, perdería la beca, luego el director me vería con decepción, me diría algo como "esperaba más de ti", me sentiría mal y comería hasta engordar, me gastaría el dinero en comida y no tendría para el alquiler. Mi madre tendría razón sobre lo que me dijo aquella ocasión.

Mejor si entrego ese trabajo con mis datos.

Cuando estaba apunto de mandar mi trabajo, Los Ángeles me cantaron al oído y me hicieron voltear, un señor con un traje azul con un logotipo de internet de poso ante mis ojos, estaba afuera de mi edificio hablando con mi casera.

Grite y al pararme tire varias cosas, no me importó y salí a toda prisa de mi departamento, corro rápidamente las escaleras aún si estuve apunto de caerme.

Estaba sudada y cansada pero el señor estaba en su camioneta revisando su celular.

Corro hasta él y me poso frente a la ventana, el señor no me observa ni siquiera nota mi presencia.

Jadeo por aire y el voltea blanco como si viera a un muerto.

—¡Que te pasa niña?!—se toca el pecho del susto—Casi me provocas un infarto.

Lo miro con el cabello cubriéndome los ojos, lo apartó y tragando saliva hablo.

—Lo lamento no era mi intención—Señaló el edificio—Necesito que revisen mi internet por favor. No sé qué le pasa, solo comenzó a sacar humo.

Me mira con los ojos entrecerrados sin creerme pero le sonrió.

—De acuerdo vamos.

No se nota feliz pero no le importa, yo si estoy feliz. Al fin tendré internet.

Abre la puerta del auto y me hago aún lado, en eso me acuerdo de un ligero detalle.

—Solo que le pagaría con un refresco.

Me mira y le sonrió inocentemente.

Vuelve a cerrar la puerta, mi sonrisa cae y lo miro extrañado.

—No vivo de caridad hija.

Enciende el auto y me aferro a la puerta.

—¡Espere, es muy importante para mi—el avanza y trato de seguir su avance pero le acelera más.

—¡Al menos deme su número para cuando tenga dinero contactarlo!—trato de seguirlo, pero el ejercicio y yo no nos llevamos a si que a las primeras dos cuadras dejo de corre.

Le tomo una foto al número que aparece atrás pero apenas y se logran ver ya.

Con cansancio, sudada y humillada vuelvo a mi departamento donde mi casera me ve con una sonrisa burlona.

La ignoro y entro directamente a mi hogar, al llegar por fin me acuesto al suelo y noto que solo tengo 20 minutos.

Con mucho dolor lo envío con mis datos y cuando por fin se logra enviar, una notificación llega diciéndome que ahora solo puedo mandar mensajes.

Cuando por fin pasa unas cuantas horas y me bañe y estoy preparada para salir, recuerdo que hoy me pagan así que puedo pagar el internet lo más rápido que puedo.

Entro a la galería y veo la foto de la camioneta, hay algunos números que se distinguen, pero otros no.

Como mi vista lo cree conveniente los colocó en el teléfono para marcarle.

Cuando al fin los tengo, oh al menos eso creo, marco.

Luego de unos pitidos me manda al buz de voz, solo puedo mandarle mensaje y esperar que me conteste.

Katherine:
Hola, solo para ver lo de mi internet. Aún no funciona y quiero saber cuándo pueden venir.

La  respuesta tarda menos de lo que esperaba .

+1 356***27*
???

¿Tal vez me porte muy grosera?, tecleo mi respuesta.

Katherine:
¿No eres el hombre que vino hace rato a lo de mi internet?

Su respuesta se tarda más y eso me pone nerviosa.

+1 356***27*
No.

¿Qué?, entonces ¿A quien le mande mensaje?

~<><><><><><><><><><><><><><><>~

NOTA: ¿Qué?!!! Por fin tenemos el primer capituloooooooooo me muero de la emoción jajaja

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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