Cap 10

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📍 Milán

Horas antes.

Akira durmió todo el día y la noche, pero despertó al rededor de las seis de la mañana. Entonces la incertidumbre evitó que pudiera dormir de nuevo. Akira se levantó y fue a encender todo su equipo de trabajó. Akira tenía una habitación llena de aparatos digitales, varias pantallas encendidas y una silla giratoria que le permitía movilidad. Esos elementos, adornaban la habitación o lo que él llama oficina.

Akira, se puso sus lentes, que normalmente usa para trabajar en la computadora. Revisó cada trabajo con tres meses de de antigüedad, porque empezará desde los más recientes hasta lo más antiguo. Revisó cada cliente, cada pedido. Pasaron horas, hasta que algo llamó ligeramente su atención.

Antes de irse a Tailandia, Akira tenía un trabajo pendiente, que entregó ya estando en Tailandia. Técnicamente el trabajo no era ilegal, pero digamos que eso dependerá de quien lo vea. La persona que solicitó el trabajo, tenía contactos con personas peligrosas. Akira nunca toma información de sus clientes para crear problemas, pero siempre hace una investigación, para saber a qué abstenerse después.

El trabajo que Akira tenía que entregar es un Malware oculto que permite a quién lo tenga en posesión, interceptar información en la red sin ser detectado. Akira revisó y notó que su Malware se ha estado usando de forma no tan correcta, pero nada que sea tan preocupante. También notó que su seguridad fue violada, pero la persona que violó su seguridad, entró y salió sin dejar rastro, porque hizo un buen trabajo eliminando su huella digital.

Ahora, Akira está seguro que su último trabajo y los eventos recientes, están directamente relacionado. Sin embargo es todo lo que puede hacer por ahora, porque por más programas que use, no puede hackear a un ser humano. Así que no puede saber que están pensando. Todo lo que queda ahora es, esperar que esas personas lo contacten, pero antes ha creado una manera de almenos tener ayuda si algo le sucede.

Después de revisar todo y crear su plan de contingencia, Akira notó que era tarde en la mañana y estuvos varias horas sentado. La delgada figura fue a la que cocina, y tenía le intención de preparar un té japonés, pero notó que ya no tenía. Entonces, decidió salir a buscarlo, pero antes se dió una ducha y se cambió. Akira salió de su habitación, mientras bajaba encontró a Geovanni.

"Buenos días Sr. Akira, ¿En que puedo servirle?" Preguntó cortésmente Geovanni.

"Gracias, Geovanni. Iré a buscar algo a la tienda no tardo" respondió Akira y Geovanni asintió.

"Oh, Geovanni. Necesito que me hagas un favor..."

Después de hablar con Geovanni, Akira salió y miró a su alrededor, a pesar de que lleva años viviendo en Italia todavía no se termina de acostumbrar, luego los recuerdos de Tailandia lo invadieron. A pesar de lo breve de su visita, Akira piensa que a diferencia de donde está ahora, Tailandia sería una opción perfecta para vivir.

La delgada figura fue a la tienda y hizo su compras y regresó al hotel, solo que no pudo llegar porque alguien se lo impidió.

..

..

Actualidad.

"Quiénes son ustedes a donde me llevan"? Preguntó Akira con nerviosismo. En el auto que iba, lo acompañan cuatro personas, incluyendo el chófer. Akira pudo notar que ninguno era italiano, pero había uno de ellos que era japonés.

"Nuestro jefe quiere verte, si hace lo que el dice estará en casa para al final del día" respondió el hombre que lo interceptó.

"Entonces, ¿quién es tu jefe?" Preguntó de inmediato.

Kan-AkiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora