La historia se repetía una vez más, quizás de una manera un poco diferente, pero no cambiaba el trasfondo.
Tuve la oportunidad de tenerte cerca tantas veces hace tanto y no pudo ser, en aquel entonces tu madre bendita siempre se enfermaba cuando teníamos que ir a un sitio donde todos los del pueblo nos reunimos, o sencillamente mi vida se complicaba lo suficiente para no poder ir a donde estabas, claro, esto fue antes que nos pudiéramos conocer allí, aquí fue igual, la gente en común de algún modo nos mantenía distantes, o quiero pensar que fue intencional, eso sería muy desquiciado, pero las circunstancias siempre hacían que no estuviera en el mismo sitio donde estarías aún cuando ya había planeado ir, y recuerdo cada uno de esos momentos.
Y aún así, un día simplemente apareciste frente a mí y supe que eras tu, porque por primera vez me sentí completa, llena de una paz que había dado por perdida, mi cuerpo se sintió ligero de repente y esa chispa en mi pecho se encendió...
Quién eras? ¿Cómo te llamabas? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? mi cabeza daba vueltas y vueltas porque sentía que ya te había visto en algún momento de mi vida actual pero no encontraba explicación, pero sabía que de algún modo no fue así, nunca te ví, si hubiera pasado antes, lo habría sabido.
Caminabas de un lado al otro con esos cabellos de plata que reflejaban las luces del festival, tu mirada era como ese misterio que pretendo descubrir, te quiero conocer, quiero conocer cada centímetro de tu piel y de tu alma, será que tu olor permanecerá aún en ti? Te quiero conocer y sentir por un momento de donde viene todo esto que siento ahora, por primera vez.
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Quedate conmigo
Художественная прозаUna carta a la memoria de un amor de una vida pasada