En la sala vacía yacía la chica,
desplomada en pedazos con la mirada perdida
la sangre corría de su frente fría, sudando los gritos que su corazón escondía.
Sus labios agrietados
pálidos y pelados
emanaban suspiros del alma soltados
Caída en el suelo la blanca Margarita
su consciencia perdió y unos versos escribió