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Solo Tuyo

Narra Kazuto:

Estaba en el recreo junto a Kaito, me estaba haciendo muy amigo suyo, aunque las miradas de Eiji  me molestaban bastante.

-Hola cosito. -me sonrió Martha.

-Hola. -le devolví la sonrisa.

-¿Quién es él? -preguntó curiosa.

-El es Kaito , un chico nuevo. -le contesté mientras lo miraba.

-Encantado. -le sonrió.

Kaito se levantó para abrazar a Martha.

-Que bien hueles. -dijo sonriendo Yuna.

Dejé de escuchar a los chicos para mirar a Eiji, el cual estaba haciendo abdominales con sus amigos, aún me acuerdo cuando lo conocí.

-Hola ¿Eres nuevo? -me sonrió.

-Si. -dije tímido.

-No estés aquí solo, vente conmigo. -me cogió de la mano y un escalofrió me invadió el cuerpo.

La sirena me sacó de mis pensamientos, me levanté del césped y me fui para clase. Kaito  se sentaba en un pupitre detrás de mí, yo se lo pedí, no quiero que tenga problemas como los que yo tengo.

Era hora de irse a casa, cuando Eiji me coge en brazos y me mete en su coche.

-Me asustaste imbécil. -le dije riendo.

El solo estampó sus labios con los míos, me dio un beso desesperado y a la vez dulce.

-Cuantas ganas tenía de besarte. -me dijo mientras tomaba aire.

-Sabes que soy tuyo. -le dije mientras le daba besos cortos.

-Solo mío, ni de Kaito ni de tu nuevo compañero de piso. -me miró con el ceño fruncido.

-No empecemos. -le dije molesto.

Arrancó el coche y puso dirección a mi casa, no me dirigió la palabra en todo el camino, no sé que hice mal para que se enfadase.

Cuando llegamos a mi casa, baje del coche y sentí como Eiji también se bajaba del coche, abrí la puerta de casa y vi que Eugeo  no estaba, subí a mi habitación, tire la mochila y fui dirección a la cama, siento una respiración en mi nuca y que alguien agarra mis cachetes del culo.