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Pelea

Narra Eugeo:

Mi despertador estaba sonando, lo apagué y me levanté de la cama. Me dirigí al baño a pegarme una ducha, cuando termine salí del baño con una toalla enrollada a la cintura y me encontré a Kazuto.

-Lo siento. -se puso rojo.

-No pasa nada, buenos días. -le sonreí.

Me dirigí a mi habitación a ponerme unos vaqueros largos negros, una camisa blanca más o menos transparente.

Llamaron a la puerta, Adam al parecer no la oyó, baje las escaleras y fui a abrir, había un chico rubio con ojos azules y con unos músculos marcados afuera.

-¿Sí? -pregunté.

-Es para mi. -dijo Kazuto bajando las escaleras rápido.

Kazuto  se notaba bastante nervioso y asustado, podía notarlo en sus ojos y en cada movimiento que hacía, dejo pasar aquel chico, yo subí a mi habitación a terminar de vestirme, cogí mis vans y me las puse. Cuando llegué a las escaleras pude oír que Kazuto estaba discutiendo con aquel chico en el salón, baje sin hacer ruido y cuando pude visualizar el salón desde las escaleras, vi como aquel chico le pegaba una bofetada en la cara a Kazuto  el cual cayó el suelo, bajé lo que me quedaba de escaleras y fui a ayudar a Kazuto.

-¡Ey! ¡Ey!

-Tu aquí no te metas. -me dijo aquel chico.

Ayudé a levantarse a Kazuto y cuando vi su cara, tenía el labio sangrando.

-Fuera de esta casa. -le dije.

-Tu no me mandas. -me desafío.

-Fuera de esta casa ¡Ya! -le grité.

Aquel chico me pegó un empujón, y se fue de la casa pegando un portazo.

-¿Estás bien? -le pregunté.

-Gracias, pero no necesitaba tu ayuda, puedo solucionar yo solo las cosas con mi novio. -me dijo con la cabeza agachada.

-Ves a curarte el labio, antes de que se ponga peor. -le sonreí.

-¿Y mi madre?

-Creo que hoy trabaja temprano. -le dije. -Sí quieres te puedo curar yo el labio como he hecho otras veces. -le volví a sonreír.

-¿Otras veces? -preguntó desorientado.

Mierda, había metido la pata, ¿Cómo podría salir de este lío en que me había metido yo solo?