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'20
——— QUE bella la etapa adolescente, sin preocupaciones, sin problemas, sin necesidad de pagar cuentas. Pero claro, algunos no corrieron con la misma suerte de la mayoría de chicos de diecisiete años.
Gemma a los catorce ya estaba trabajando, siendo una niña expuesta para ser llamada una prodigio en la industria musical. Alabada por muchos, odiada por pocos, era una chica dulce, amorosa, simpática y fiel creyente del amor. Ante sus ojos, no había nada más hermoso que la idea de casarse y ser madre, pero tal vez si no tuviese una vida tan atareada desde pequeña, ni siquiera pensaría en ser progenitora.
Ella jamás había tenido problemas, a pesar de que su nombre era reconocido, gracias a su esfuerzo y paciencia, no la reconocían como alguien polémica. Se esforzaba por tratar de saber de todo un poco, por leer y entender ciertos puntos de vista, preparandose para cualquier pregunta incómoda que los entrevistadores pudiesen hacerle cuando menos lo piense.
Tampoco había tenido novio, no podía siendo una persona constantemente ocupada y concentrada en su trabajo. Bueno... había una excepción.
—Para mi es lindo— comenta Gemma, mientras su mejor amiga Delfina le revisaba las historias destacadas al chico y mira a la rubia sin creerselo.
—¿Y éste quién es?— la castaña frunce el ceño, volviendo a mirar el Instagram del jugador— Parece enano y flaco.
—Es que ahí está con mucha ropa— ella toma su telefono nuevamente y le muestra otra foto— En persona es altisimo y tiene unas piernas...
Delfina vuelve a mirar la foto del futbolista y a su amiga, y a la foto, y a su amiga... y a la foto.
—Debe ser un virgen— finalmente dice por los gustos de Gemma— ¿De dónde es, boluda?
—Inglaterra— la rubia responde y se muerde el labio inferior— Lo amo, que me robe todo el país si quiere.
La contraria rueda los ojos divertida cuando su amiga besa la foto de él.
Intercambiaron varias opiniones sobre él, recalcando las pros y contras de los jugadores de fútbol, y sobretodo éste que le gustó a Gemma, siendo algo egocéntrico.
Gemma jamás se había interesado en alguien, era una virgen que no manejaba, no coqueteaba, no trataba de llamar la atención de nadie y no tenía muchos amigos. Aunque era normal, ella había crecido ante las cámaras, si aparecía de repente con un hombre los titulos solían ser "la niña ya no es tan niña", y ella siempre aclaraba las cosas con la misma excusa; "Es mi primo".
