"Dos mentes brillantes en la academia de la élite"

"Recuerdos y Reflejos"

Capítulo 9: "Recuerdos y Reflejos"

El ambiente en la Kōdo Ikusei seguía cargado de tensión. Patrick Jane, poco a poco, se hacía un nombre dentro de la Clase D, aunque su habilidad para analizar y leer a las personas lo colocaba en una posición delicada. A pesar de que sus compañeros comenzaban a depender de él en ciertas situaciones, la atmósfera competitiva de la academia seguía limitando la confianza entre ellos.

Patrick intentaba usar sus habilidades como mentalista para ayudar a sus compañeros, y aunque su percepción aguda le permitía resolver problemas rápidamente, no todos recibían su ayuda de buena manera. Horikita Suzune, en particular, parecía resistirse a su enfoque.

Cada vez que Patrick la observaba, veía destellos de alguien más en su actitud: Teresa Lisbon, su amiga y compañera del FBI, una mujer fuerte, reservada y enfocada en su misión, pero también profundamente herida por las sombras de su pasado. La manera en que Suzune ocultaba su vulnerabilidad tras una fachada de autosuficiencia le recordaba dolorosamente a Lisbon. Esto hacía que Jane se sintiera inclinado a ayudarla, aunque ella no parecía aceptar su apoyo.

Un día, durante una sesión de estudio en la biblioteca, Horikita miraba intensamente las notas frente a ella. Patrick, sentado al otro lado de la mesa, la observaba en silencio.

—Te esfuerzas mucho para no pedir ayuda, Suzune —dijo Patrick con una sonrisa amable—. Pero veo que estás luchando contra algo más grande que las pruebas de esta academia.

Suzune lo miró con frialdad, pero no dijo nada. Patrick continuó:

—Eres increíblemente capaz, pero te pareces mucho a alguien que conocí... alguien que también creía que podía enfrentarlo todo sola. Al final, se dio cuenta de que no tenía que hacerlo.

Suzune frunció el ceño, pero no replicó. Patrick sabía que no podía forzar la situación, así que decidió dejar la conversación ahí, por ahora. Ayanokōji, que estaba cerca, escuchaba en silencio. Para él, Jane era una persona extraña; alguien que parecía ver más de lo que los demás mostraban. Le recordaba, en cierto modo, a su antiguo amigo Cho, un hombre que también veía el mundo de una manera distinta, sin perder nunca el enfoque en lo que realmente importaba.

Capítulo 10: "Sombras del Pasado"

Mientras tanto, en la Clase A, Johan Liebert se mantenía en su juego silencioso, moviendo las piezas en la sombra. Arisu Sakayanagi lo había aceptado como una figura clave en sus estrategias, aunque siempre manteniendo una cautela inherente. Sabía que Johan era peligroso, y por ello, estaba decidida a no subestimarlo.

Un día, mientras ambos caminaban por los pasillos vacíos de la academia después de una reunión con su clase, Arisu decidió intentar desentrañar algo más de su nuevo aliado. Su tono fue suave, pero lleno de intenciones.

—Johan, no eres como los demás aquí. Tienes un aire de... profundidad. Una especie de oscuridad que rara vez he visto en personas de nuestra edad. Me pregunto, ¿qué es lo que realmente buscas aquí? —dijo con su habitual sonrisa calculadora.

Johan mantuvo su expresión calmada, pero había algo en sus ojos que se oscureció brevemente. Giró su rostro hacia Arisu, quien lo miraba expectante, esperando una respuesta.

—Arisu, —empezó Johan con voz suave—, me recuerdas mucho a alguien de mi pasado. Mi hermana, Anna. Inteligente, decidida, pero atrapada en una lucha que va más allá de lo que cualquiera puede ver desde fuera. Siempre creyó que podía manejar las cosas por sí misma... hasta que las circunstancias la superaron.

Arisu lo observó con interés, sin mostrar ninguna reacción evidente ante la mención de Anna, pero entendió que había más en Johan de lo que él permitía que se viera a simple vista. Aun así, mantenía su posición. Johan, aunque peligroso, era un peón valioso para sus propios planes. Lo que no sabía era que, mientras ella pensaba que lo estaba utilizando, Johan la manipulaba desde las sombras, tejiendo sus propios hilos con precisión.

—Y tú, Johan... me recuerdas a alguien también. —continuó Arisu, evaluando su próximo movimiento—. Hay algo en tu naturaleza... fría, calculadora, pero con una tristeza oculta. Quizá no tan diferente de lo que siento yo. Eres más que un simple peón en este juego, pero no olvides que también tienes tus propios fantasmas.

Johan sonrió levemente. Sabía que Arisu intentaba penetrar en su psique, pero él, con su mente laberíntica, siempre mantenía el control. Lo que no le reveló fue que Arisu le recordaba a Anna no solo por su inteligencia, sino también por la peligrosa combinación de ambición y fragilidad. Una ambición que podía destruirla si no era cuidadosa.

Capítulo 11: "Recuerdos de otro mundo"

Mientras Johan y Arisu tejían su propia intriga en la Clase A, Patrick Jane reflexionaba sobre su situación en la Clase D. No podía evitar hacer comparaciones entre este mundo y el que había dejado atrás. Horikita le recordaba a Lisbon, y Ayanokōji le traía recuerdos de Cho, su antiguo compañero, con su enigmática calma y su habilidad para leer a las personas sin que los demás se dieran cuenta.

Un día, después de una competencia de clases en la que Patrick había jugado un papel crucial en la estrategia de la Clase D, Ayanokōji se acercó a él. Sabía que Patrick era diferente, y aunque no mostraba mucho interés en los demás, le resultaba intrigante ver cómo manejaba las interacciones sociales.

—Patrick, eres alguien interesante —dijo Ayanokōji, en su tono monótono pero con una pizca de curiosidad—. No solo por cómo actúas, sino porque parece que no estás aquí solo para ganar.

Patrick sonrió, reconociendo el talento de Ayanokōji para ver más allá de la superficie.

—Kiyotaka, creo que tú también entiendes algo sobre lo que es esconder quién eres en realidad. Hay más en ti que lo que muestras a los demás.

Ayanokōji no dijo nada, pero la observación de Patrick resonó en su mente. Ambos compartían un silencio cómodo, sabiendo que, aunque estaban en lados opuestos de la competencia, había una comprensión mutua entre ellos. En ese momento, Patrick recordó a Cho, un amigo que siempre lo había apoyado en su lucha contra sus propios demonios. Aunque Ayanokōji no era Cho, Patrick veía en él la misma capacidad de comprensión profunda, una que no muchos poseían.

Capítulo 12: "Jugando con la mente"

La academia continuaba siendo un hervidero de tensión. Johan manipulaba a Arisu desde las sombras, mientras Patrick intentaba guiar a su clase hacia una posición más ventajosa, ayudando a quienes estaban dispuestos a escuchar. Ambos, desde mundos muy distintos, recordaban a las figuras que los habían marcado: para Johan, su hermana Anna y el Dr. Kenzo Tenma, y para Patrick, su amiga Lisbon y su compañero Cho.

Pero la Kōdo Ikusei no era un lugar donde las emociones dictaran el curso de los eventos. Las mentes más frías y calculadoras siempre tendrían la ventaja, y tanto Johan como Patrick sabían que el verdadero juego apenas comenzaba.