Que noche la de anoche.

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Zoe se estaba divirtiendo en la bolera, riendo y lanzando strikes con sus amigos. Pero cuando regresó a la mesa a revisar su celular, su risa se congeló al ver los tres mensajes de Elowen. "Ay, mierda, mierda, mierda", pensó, sintiendo ansiedad.

Sus amigos la miraron, sorprendidos por su repentina cambio de ánimo.

—¿Todo bien? —preguntó Cody, con una ceja levantada.

—Sí, sí, todo bien, pero... debo irme, chicos. Nos vemos —respondió Zoe, apurada, mientras se levantaba y recogía su abrigo.

Sin esperar a que le preguntaran más, Zoe salió corriendo del lugar, sintiendo el latido de su corazón acelerarse. La noche había sido divertida, pero sabía que no podía dejar a Elowen esperando.

Una vez afuera, buscó un taxi y levantó la mano para detener uno. Cuando el vehículo se detuvo, se subió rápidamente y le indicó al conductor la dirección del parque Southwest.

—Vamos, vamos, por favor —dijo, nerviosa, mientras observaba cómo las luces de la ciudad pasaban rápidamente. La ansiedad le daba vueltas en el estómago; no quería decepcionar a Elowen.

Mientras el taxi avanzaba, Zoe trató de calmarse. Recordó lo arrogante que era Elowen, y eso solo intensificó su nerviosismo.

Zoe bajó del taxi y comenzó a caminar rápidamente por el parque, buscando a Elowen entre las sombras y las luces. Cuando finalmente la vio, recostada en su jeep y mirando su celular, sintió un alivio momentáneo. Pero ese alivio se desvaneció rápidamente al escuchar la voz de Elowen.

—Hey...— dijo Zoe, tratando de sonar casual, pero su tono traicionaba su nerviosismo.

—5 minutos, rusa— respondió Elowen, con un tono de irritación que hizo que Zoe se sintiera aún más culpable. Había dejado a Elowen esperando, y eso no le gustaba. Sin embargo, no podía evitar sonreír ante la familiaridad de la respuesta.

Zoe se subió al jeep rápidamente, cerrando la puerta tras ella. —Lo siento, realmente no quise hacerte esperar —dijo, aunque su voz sonaba un poco más ligera de lo que se sentía.

Elowen soltó un suspiro mientras arrancaba el motor, pero no pudo evitar que una pequeña sonrisa se asomara en su rostro. —No me gusta esperar.

—Lo sé —respondió Zoe, mirando por la ventana. La tensión empezaba a desvanecerse, y su corazón se calmaba un poco.

Elowen empezó a conducir hacia la salida del parque, y el ambiente en el jeep cambió. Zoe aprovechó el momento para mirar a Elowen, que lucía tan segura y decidida. —¿A dónde vamos? —preguntó, intentando cambiar de tema.

—A un lugar que te va a gustar —dijo Elowen, sonriendo de manera traviesa. Era una de esas sonrisas que hacía que Zoe se sintiera emocionada y un poco inquieta al mismo tiempo.

Zoe se acomodó en el asiento, sintiendo que la noche apenas comenzaba. —Espero que no sea un lugar donde también haya que esperar —bromeó, intentando aliviar la tensión entre ambas.

Elowen soltó una risa suave y, por un momento, ambas se olvidaron de los minutos perdidos.

Elowen puso la música a todo volumen y comenzó a cantar, su voz resonando en el jeep mientras se movía al ritmo de la melodía. Zoe no podía evitar sonreír al observarla. Era una faceta de Elowen que no había visto antes: despreocupada y llena de vida, como si la presión de ser la chica popular se desvaneciera por un momento. La risa y la música llenaban el aire, y Zoe se sintió agradecida de estar allí.

Mientras Elowen conducía, Zoe se permitió disfrutar de la música, dejando que el ritmo la envolviera. Sin embargo, la divertida atmósfera se vio interrumpida cuando Elowen finalmente estacionó el jeep. Zoe miró por la ventana y se quedó sin palabras. Ante ella se alzaba una casa gigante, con una arquitectura impresionante y un jardín que parecía sacado de una película.

—¿Vives aquí? —preguntó Zoe, asombrada, sin poder ocultar la incredulidad en su voz.

Elowen sonrió con un aire de misterio. —No, es una casa de vacaciones —respondió, evitando dar más detalles. Zoe notó la forma en que la mirada de Elowen se desvió, como si hubiera tocado un tema sensible.

—¿En serio? Es enorme... —dijo Zoe, saliendo del jeep y mirando la casa con más atención. Las luces estaban encendidas, y podía ver el destello de una piscina en el patio trasero.

—Sí, es un lugar donde venimos de vez en cuando. Es tranquilo —dijo Elowen, acercándose a la puerta principal. Zoe la siguió, sintiendo una mezcla de curiosidad y emoción.

Al entrar, Zoe se sorprendió por la decoración elegante y moderna. Era un contraste completo con la imagen de Elowen que había tenido en su mente. Aquí no había pistas de la popularidad ni del bullicio de la escuela. Era un espacio íntimo y acogedor.

—¿Siempre pasas tiempo aquí? —preguntó Zoe, mirando a su alrededor.

—Cuando puedo. A veces es bueno escapar un poco —respondió Elowen, su voz más suave ahora, mientras se quitaba su chaqueta de cuero.

Zoe sintió que había una historia más profunda detrás de las palabras de Elowen, algo que anhelaba descubrir.

Elowen sirvió las bebidas con destreza, llenando dos vasos y luego volviéndose hacia Zoe. Se sentó junto a ella, ofreciendo un vaso que chisporroteaba con la mezcla burbujeante. Ambas levantaron sus copas en un brindis silencioso antes de tomar un sorbo. El líquido frío les recorrió la garganta, y Zoe sintió que la calidez del vodka comenzaba a despejar sus pensamientos.

A pesar de la atmósfera relajada, Zoe seguía sintiéndose un poco inquieta. No sabía qué esperar de esa noche, y la incertidumbre la mantenía alerta. Pero Elowen, como siempre, parecía capaz de romper cualquier barrera.

—¿Por qué te cambiaste de escuela? —preguntó, mirándola directamente a los ojos. Era una pregunta simple, pero Zoe sintió que había más tras ella, una curiosidad genuina.

Zoe respiró hondo, buscando las palabras adecuadas. —Bueno...—dijo riendo nerviosa—Cody, Lana y yo teníamos problemas allí, malas ideas que parecían graciosas—dijo divagando—mis padres decidieron cambiarme de escuela, Scott rogó que fuera a donde él estaba prometiendo cuidarme, y los chicos...bueno vamos juntos a todas partes así que se transfirieron tambien

Elowen tomó un sorbo de su bebida y sonrió con un aire arrogante. —Bueno, Scott suena... encantador —dijo, bromeando y levantando una ceja de manera juguetona. Zoe no pudo evitar reírse, aunque la mención de su novio le hizo sentir un pequeño nudo en el estómago.

Decidió que era mejor cambiar de tema. No quería profundizar en su relación con Scott en ese momento. —Y ¿qué hay de ti? Ya sabes, la popular y reina de la escuela. ¿Hay algo más detrás de eso? —preguntó Zoe, interesada y un poco intrigada.

Elowen se quedó en silencio por un momento, como si estuviera sopesando su respuesta. Luego, dejó su vaso sobre la mesa y se giró hacia Zoe con una mirada más seria. —A veces, ser la "reina" puede ser más complicado de lo que parece —admitió. —La gente tiene una idea muy clara de quién soy, pero no siempre es la verdad.

Zoe la miró, sorprendida por la sinceridad de Elowen. —¿A qué te refieres? —preguntó, ansiosa por entender más.

Elowen, al notar la intensidad de la pregunta de Zoe, desvió la mirada por un instante, como si pensara en la mejor manera de responder. Luego, con una sonrisa juguetona, dijo: —Bueno, ya hablamos demasiado, ¿no? —y dejó su vaso con la bebida en la mesa de una manera coqueta, haciendo que Zoe se sintiera un poco confundida.

Sin previo aviso, Elowen tomó el vaso de Zoe y lo acercó hacia sus labios, como si la acción fuera parte de un juego. Zoe sintió un escalofrío recorrer su espalda, una mezcla de sorpresa y emoción.

—¿Qué haces? —preguntó Zoe, con una risa nerviosa, sin poder apartar la mirada de Elowen.

—Solo quería asegurarme de que no te quedes sin beber —respondió Elowen, con un brillo travieso en sus ojos.

Elowen se acercó, sus labios apenas rozando los de Zoe mientras susurraba: —¿Pensaste en mis besos?

Zoe sintió que el tiempo se detenía. Su corazón latía con fuerza y su mente se llenó de pensamientos confusos. Se quedó quieta, casi sin aliento, esperando que Elowen diera el paso. La cercanía era electrizante y había una tensión en el aire que parecía palpable.

Elowen, con una sonrisa traviesa, mordió su labio de manera suave, manteniendo su mirada fija en los ojos de Zoe. Esa pequeña acción hizo que Zoe se sintiera aún más nerviosa, pero también emocionada. La incertidumbre y la anticipación se mezclaban en su interior.

—¿Y si te dijera que he pensado en ello más de una vez? —dijo Zoe finalmente, su voz temblando un poco, pero su mirada era decidida.

Elowen arqueó una ceja, sorprendida y divertida a la vez. —¿De verdad? —preguntó, acercándose un poco más, casi como si quisiera asegurarse de que no había vuelta atrás.

Zoe asintió, sintiendo la calidez de la proximidad de Elowen. En ese momento, todo lo que había entre ellas parecía desvanecerse, y solo importaban ellas dos. El corazón de Zoe latía con fuerza, y la tensión en el aire se volvía casi insoportable.

Sin pensarlo más, Elowen cerró la distancia de un solo movimiento, capturando los labios de Zoe en un beso suave pero intenso.

El beso entre Elowen y Zoe se intensificó, llenando el aire de una energía cargada que parecía vibrar a su alrededor. Zoe, impulsada por una mezcla de deseo y valentía, hizo un movimiento ágil y se situó encima de Elowen, quien la miró fijamente.

Zoe se acomodó sobre ella, sintiendo la calidez de su cuerpo, mientras sus labios seguían encontrándose con fervor. Elowen, sosteniendo la cadera de Zoe entre sus manos, la atrajo más cerca, como si no quisiera que la distancia existiera entre ellas. El contacto entre ellas crecía, y cada roce encendía una chispa que recorría sus cuerpos.

—Esto es... —comenzó a decir Zoe entre los besos, pero las palabras se desvanecieron en un susurro cuando Elowen la besó con más intensidad, como si quisiera silenciar cualquier duda que pudiera haber.

Las manos de Zoe se deslizaron por los brazos de Elowen, explorando su piel con una curiosidad que se transformaba en un deseo palpable. Elowen, con su mirada ardiente, la animaba a seguir.

El ambiente se volvió aún más cargado de deseo mientras Elowen, sintiendo la urgencia del momento, deslizó su mano con delicadeza por debajo de la camisa de Zoe, acariciando su espalda con una ternura que contrastaba con la intensidad de sus besos. Zoe cerró los ojos, dejando que la sensación la envolviera, cada caricia encendiendo una chispa que recorría su cuerpo.

Mientras Elowen recorría su cuello con besos húmedos y suaves, Zoe sintió un escalofrío de placer que la hizo temblar. La cercanía y la calidez de Elowen la llenaban de confianza, y en un impulso casi instintivo, se separó un poco. Con movimientos decididos pero nerviosos, se quitó la camisa, dejando su piel al descubierto y sintiendo la brisa acariciar su cuerpo.

La mirada de Elowen se intensificó mientras se acercaba, sus labios buscando el calor de su piel nuevamente. Se inclinó hacia adelante, besando el cuello de Zoe, dejando un rastro de caricias húmedas que la hicieron suspirar.

La mano de Elowen subió lentamente, rozando el abdomen de Zoe, que se contraía con cada toque. Zoe sintió cómo la mano de Elowen se detenía en su pecho, aún cubierto por el sujetador.

Mientras el aire se llenaba de jadeos y risas suaves, Zoe, con una sonrisa traviesa en sus labios, rompió la intensidad del momento. —¿Piensas desnudarme pero aún no te quitas la ropa?— dijo, su voz llena de picardía.

Elowen, divertida por la broma, sonrió con arrogancia, dejando que un brillo juguetón iluminara su mirada. Sin pensarlo dos veces, acercó sus labios al cuello de Zoe y lo mordió suavemente, provocando un escalofrío que recorrió el cuerpo de Zoe. La respuesta de Zoe fue inmediata, un suspiro entrecortado que solo avivó el deseo en Elowen.

Con un movimiento decidido, Elowen se quitó la camisa, revelando su piel bronceada bajo la luz tenue del lugar. Zoe la observó con admiración aquellos perfectos pechos que tenía frente a ella, las ganas que tenía de besar cada parte crecía cada vez mas sintiendo humedad en su ropa interior. Sin perder un segundo, se acercó, rozando sus labios con los de Elowen, sus lenguas danzando en un juego de exploración.

Elowen, sintiendo el deseo entre ellas, llevó a Zoe hacia el sillón donde estaban. Con un movimiento rápido, la acostó y se inclinó hacia ella, bajando lentamente por su cuello, dejando un rastro de besos ardientes que hacían que Zoe jadease de placer.

Zoe se arqueó ligeramente, sintiendo la calidez de Elowen contra su piel. Elowen continuó su camino, bajando por su torso, sus manos explorando con una mezcla de deseo hasta llegar al sujetador de Zoe. Con movimientos suaves pero firmes, desabrochó el brasier, liberando a Zoe de su restricción y dejando su piel expuesta al aire.

Zoe respiró profundamente, sintiendo cómo la anticipación crecía en su interior.

Zoe, envuelta en la intensidad del momento, sintió cómo el deseo se disparaba en su interior. Con un impulso de confianza, tomó el cabello de Elowen, guiándola hacia sus pechos, deseando que la calidez de sus labios la envolviera.

Elowen, comprendiendo la señal, sonrió con complicidad y se dirigió hacia los pezones de Zoe, dejando que su lengua explorara y jugueteara con suavidad. Cada toque provocaba un escalofrío que recorría el cuerpo de Zoe, y no pudo evitar soltar un jadeo con sus ojos fijos en Elowen.

—Eso... —jadeó Zoe, sintiendo cómo la excitación crecía con cada movimiento de Elowen. Los gemidos bajos que escapaban de sus labios eran una mezcla de placer y anhelo

Elowen continuó, alternando entre suaves succiones y delicados mordiscos, disfrutando de cada reacción de Zoe.

Elowen besaba suavemente el abdomen de Zoe mientras bajaba lentamente su pantalón. Zoe mantenía la mirada fija en los ojos de Elowen, sintiendo que sus jadeos se intensificaban cada vez más.

Cuando Elowen llegó a la ropa interior de Zoe, notó cómo ella abría las piernas, ansiosa por sentir su toque.

—Quiero sentir tu lengua... —soltó Zoe, su voz temblando entre sus respiraciones.

Elowen mordió su labio inferior, sintiendo la anticipación en el aire, mientras deslizaba la ropa interior de Zoe hacia abajo y se encontró de frente con su deseo, evidente en cada gota de humedad.

Zoe, con una expresión de intensa expectativa, mordió su labio y asintió, sus ojos fijos en Elowen.

—Por favor... —rogó Zoe, su voz un susurro cargado de necesidad. Sus ojos se cerraron de placer cuando finalmente sintió la lengua de Elowen lamer suavemente sobre sus labios, abriéndose paso hasta su centro.

Las manos de Zoe se enredaron en el cabello de Elowen, mientras ella movía su lengua con destreza sobre su clítoris. Zoe movía las caderas, dejando escapar suaves gemidos de placer.

—Dios... qué rico se siente... —gimió Zoe, sintiendo cómo sus ojos se ponían en blanco por la intensidad del momento.

Elowen succionó su clítoris varias veces, disfrutando de la reacción de Zoe, antes de escupir sobre él como un acto provocativo.

—Sabes muy bien, rusa... —susurró Elowen, con una sonrisa traviesa.

A pesar de la referencia a su nacionalidad, en medio de su deseo, a Zoe no le importó en absoluto. Su excitación crecía a cada instante, y casi podía sentir cómo le faltaba el aire.

Sin pensarlo dos veces, Zoe abrió aún más sus piernas, invitando a Elowen a acercarse, deseando que su toque explorara cada rincón de su ser.

—Oh, sí... —murmuró Zoe, ahogando un gemido profundo mientras Elowen continuaba su danza con la lengua.

Elowen rozó sus dedos muy despacio sobre su clitoris separándose un poco para ver lo húmeda que estaba y cuando hizo una pequeña presión con sus dedos escuchó rápidamente a Zoe gritar

—Elowen... ¡más! —gimió Zoe, perdiéndose en el placer.

Elowen volvió a besar el clítoris de Zoe, moviendo su lengua rápidamente mientras sostenía sus piernas, que comenzaban a temblar.

Zoe dejó escapar varios gemidos de placer, sus sonidos llenando la habitación. —¡Oh, Elowen! —gimió, sintiendo la ola de placer acercándose rápidamente.

Los gritos de Zoe resonaban cada vez más intensos, y en un momento, Elowen sintió cómo ella alcanzaba el clímax, su cuerpo temblando mientras ella continuaba besando y succionando con devoción.

—¡Sí! ¡Sí! —gimió Zoe, perdida en la euforia del momento, mientras las olas de placer la envolvían.

Elowen se separó despacio mientras Zoe respiraba agitada. Luego, Zoe sonrió y jaló a Elowen hacia ella para besarla con ternura.

—Gracias... estuvo... increíble —dijo Zoe, aún recuperándose del intenso placer.

Elowen rió al mirar a Zoe y volvió a besar sus labios, disfrutando del momento compartido.

Zoe sonrió al sentir el beso de Elowen y, con un gesto travieso, mordió su labio inferior.

—No te relajes, porque ahora es tu turno —dijo Zoe, riendo mientras, con un rápido movimiento, volteó a Elowen, pasando a estar ella encima.

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⏰ Last updated: Sep 11 ⏰

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The Silence Between Us.- Renee Rapp-lesbian Where stories live. Discover now