Atraccion Fatal - Aquixo

Capitulo 23

Aquino

—Tmr, deja de preocuparte por eso y mira la carretera —se quejó Duxo, apartando su mano de un golpe.

—No me preocuparía por eso, si me hubieras dejado atenderlo —gruñó, apartando la mirada de la mejilla roja e hinchada de Duxo y volviéndola hacia la carretera. Durante el resto de la noche había discutido con Duxo sobre limpiar y coser el corte reciente, pero Duxo se mantuvo firme en su deseo de dejar que sanara solo.

—Podría reducir la cantidad de cicatrices y disminuiría el dolor —trató una vez más de persuadir a Duxo e ignoró el fuerte resoplido que soltó ante su comentario.

—Quiero que deje cicatrices, ese es el punto —espetó Duxo . Suspirando miserablemente, dejó caer la conversación; Duxo obviamente no iba a escuchar.

El auto quedó en silencio; ambos eran demasiado tercos para iniciar otra conversación. El pequeño timbre de un teléfono fue lo que finalmente lo hizo girarse para mirar a Duxo , quien miraba fijamente la pantalla iluminada. Duxo rápidamente tomó su teléfono, el ceño fruncido en el rostro de su amante aumentó mientras miraba el dispositivo.

Los ojos de Duxo se posaron en él por una fracción de segundo antes de comenzar a escribirle algo a quien le había enviado el mensaje. Después de que el mensaje pareciera haber sido enviado, Duxo dejó caer el teléfono y se mordió el labio casi con nerviosismo. "¿Hay algo que necesites decirme?", preguntó, no porque sintiera que Duxo tenía que decirle con quién estaba hablando, sino porque Duxo ahora se había dado vuelta casi por completo para mirarlo.

Duxo tomó primero su mano y entrelazó sus dedos automáticamente. —¿Qué tan enojado estarías si te dijera que hay otra fiesta a la que tenemos que ir? —murmuró Duxo en voz baja, frotando el dorso de su mano como si eso fuera a disminuir el disgusto que lo llenó de inmediato ante esas palabras.

—No —dijo con firmeza y los ojos de Duxo brillaron con irritación.

—¿Por qué? —se quejó Duxo , apretando su mano con firmeza.

— ¿Duxo, has visto tu cara? —cuestionó, sabiendo muy bien que Duxo había visto lo mal que estaba reaccionando su cuerpo al corte. Apenas podía soportar mirar la herida irritada y con costras.

—¡¿A quién mierda le importa el corte?! Mis amigos lo verán de todos modos, y necesito compensar a la otra parte. Los dejé y golpeé una pared en el maldito proceso. Estoy seguro de que todos están pensando cosas raras y necesito aclarar eso. No lo dejarán pasar si no llego a la fiesta de Año Nuevo. —Duxo resopló casi enojado.

—Me importa el corte —se quejó—, pero ¿en serio, Duxo ? ¿Tu imagen es realmente tan importante para ti? —terminó, sin entender por qué a Duxo le importaba tanto cómo lo miraban sus amigos. 

—¡Bueno, debería serlo para ti, Sr. Perfecto! —gruñó Duxo, alejándose de él para mirar por la ventana.

—Vamos, no actúes así. Perderte una fiesta no te matará, al menos espera a que se te sane el corte. —Ignoró el dolor en su mano mientras Duxo se tensaba ante sus palabras.

—Bien —murmuró Duxo , sin girarse para mirarlo.

El aire se volvió más pesado ante la única palabra de Duxo , y sintió una punzada en el corazón al ver la expresión abatida en el rostro de Duxo que se podía ver en el reflejo de la ventana del pasajero. Suspirando, sintió que su resistencia se desmoronaba. "¿A qué hora es la fiesta?", preguntó, y los labios de Duxo se curvaron en una sonrisa. Su amante seguramente sería su fin.

..

—¿Listo para irnos? —preguntó, entrando en su habitación. La fiesta de Año Nuevo ya había comenzado y Duxo había corrido de regreso a la habitación para agarrar su teléfono antes de irse. Eso fue hace cinco minutos, y ahora entendía por qué Duxo había tardado tanto, su amante se estaba mirando al espejo con una expresión nerviosa.