Rivalidad silenciosa

Cap. 1: entrenamiento

El entrenamiento especial de cada viernes a las 6 de la tarde había terminado hacía ya unos minutos. Y ahí estaba él: un joven de cabello verde, normalmente rebelde y despeinado; con una piel suave, también cálida por los rayos de sol; y unos ojos verdes intensos y profundos, aún rojos por el cansancio. Respiraba entrecortadamente. Con una mano se lleva una toalla a la frente, limpiando las gotas de sudor. Sus labios estaban secos y agrietados por el calor y el gran esfuerzo de entrenar asi que con la otra mano sostiene una botella de agua, inclinándola con una gran necesidad de refrescarse.

Shoto Todoroki observa a Izuku Midoriya desde una distancia cercana mientras el peliverde se hidrata. La mirada de Todoroki es reservada, como siempre, pero mira al peliverde con admiración y respeto. No solo aprecia la parte física, sino también por como es él, superando sus límites como siempre.

- Buen trabajo, Midoriya.- dijo Todoroki con todo neutral.

- Gracias, Todoroki -respondió Deku, sonriendo-. Tu también, has mejorado mucho tu don del fuego.

- Gracias a ti, sin ti creo que jamás habría utilizado el don del fuego.- dice Todoroki, aún con el tono neutral, mientras observa su mano izquierda.

La piel de Deku estaba ligeramente sonrojada, por una parte por el entrenamiento y por otra por el sol. Sus músculos están definidos, especialmente en los brazos, pecho y abdomen. Deku pone la mochila encima de su espalda descubierta.

- ¿Nos vamos?- pregunta Deku

- ¿Dónde?- pregunta desubicado, como si pensara en otras cosas

- Al vestuario, quiero darme una ducha rápida antes de ponerme mi camiseta limpia encima. -decía el peliverde con una sonrisa.

Comenzaron a caminar hacia los vestidores y duchas que había a unos pocos metros de la salida del campo de entrenamiento.

Deku hablaba tranquilamente con Todoroki, con una expresión de alegría en la cara, compartiendo puntos de vista sobre el entrenamiento. Sin embargo, al entrar en el vestuario, algo hizo que el peliverde se parara en seco. Deku encontró una mirada de color rojo intenso como el fuego, era Katsuki Bakugo. La sonrisa de Deku se desvaneció y siente incomodidad. Los recuerdos golpearon a Deku con fuerza, llevándolo de nuevo a aquellos años en los que Bakugo lo había atormentado sin descanso. Las burlas, las miradas despectivas, las explosiones que lo hacían encogerse de miedo... Todo volvió de golpe, como una nube negra que ensombrecía su progreso.

Todoroki notó el cambio en la postura de Deku. Sus ojos se entrecerraron mientras seguía la dirección de la mirada de su compañero y se topó con Bakugo, quien los observaba desde lejos, con el ceño fruncido. Su presencia era como una tormenta apunto de estallar.

- Tsk, ¿qué haces nerd, te vas a duchar de una vez para que no sienta este olor?- decía Bakugo con tono enfadado.

Él ya lo había perdonado pero eso no significaba que pudiera olvidar el pasado que le atormentaba cada vez que veía al rubio. El corazón empezó a latir con fuerza, sus manos temblaban y los nervios lo invadieron. Desde entonces ellos han crecido y Bakugo ya no era tan acosador como antes "¿Entonces porque me siento así?" Pensó.

- ¿Está todo bien, Midoriya? -preguntó Todoroki, sin apartar la vista de Bakugo. El aire se sentía tenso, como una cuerda tensa a punto de romperse

Deku tragó saliva, luchando por controlar el nerviosismo que lo envolvía. Sabía que, en teoría, no tenía razón para temer a Bakugo. Pero los viejos hábitos eran difíciles de romper, y las cicatrices del pasado, aunque curadas, aún dolían en ciertos momentos.

- Sí, todo bien -respondió Deku en voz baja, pero su tono lo traicionó.

Todoroki lo observó durante unos segundos más. No dijo nada, pero entendió perfectamente lo que estaba pasando. No hacía falta conocer la historia completa entre ellos para darse cuenta del conflicto interno que Deku estaba atravesando. Los recuerdos del acoso de Bakugo seguían presentes, y enfrentarlo de manera directa no siempre era fácil, incluso después de todo lo que habían vivido.