mis ojos se cierran,
porque están dispuestos
a no dejarte ir
¿acaso será el innombrable,
despiadado sueño
que no me deja dormir?los hilos que cruzo a cuerda floja
no quieren dejar caerme
pero no habría nada más
que una cornisa.el mundo dejará de girar y girar
para solo observar mi soledad
las bengalas se encenderán
y la noche terminará con mi llanto,
con la arena cubriendo el vacíocon mi mente, trataré de atrapar
el vasto atardecer: la melancolía,
que se escurre en mis mejillas
anhela que el río
escuchara sus plegarias
y las nubes trazadas, la saludaran.y cuando mire al cielo
por última vez
desearé haberme hundido
en desgracias y silenciosde las piedras
que cosieron mi esperanza.
ESTÁS LEYENDO
sC7OgWbzKtNSmkzIp1Utuw==
PoesíaMWv4MY7zczn74x5CaEiZY0zPKKkeFEikYt1b+J7ozaIolfFDV4o1NJnrETdgR4x8SnVk71QOJns9m22o8hhyRMGKDfc/X3C1SrGaDuPOgo9CvMapJjqBO5umoHLWPoNSpbCMTNRc18eBE92eR/Ru3bKxeOqy0CSq8QFAn4z1xQiu7Sr6qwxsgFQqSQt3hhzIVzdy57Qe6TOJ8be9MEFTlCkob2qtKQYxxAJc4mbmtwLzLEPCKL2RNAmiw...