Una canción para nosotros tsukikage/kagetsuki

Enough for you

Un chico rubio, en sus 20's, más alto que en su adolescencia, se inclina frente a una tumba, la cual, tenía tallada los kanjis de Kageyama; ahí descansaban los restos Kazuyo Kageyama, el abuelo de Tobio.

Los 29 de cada mes, va a visitar a ese hombre que conoció poco, mientras era novio de su nieto, pero que marcó mucho cómo iba a ver su vida en la adultez.

—Perdón señor, estaba con exámenes y no lo pude visitar el mes pasado, pero como recompensa le dejo las noticias de lo que está pasando en el vóley este último mes y su comida favorita — el joven mira al frente y siento un profundo dolor, como una persona que apenas conoció puede generar tantos recuerdos—. Me sigo preguntando cómo estará Tobio, hace años no lo veo... Ya no le amo, aunque me sigue doliendo todo lo que pasó—. Una lágrima quiere bajar por su mejilla, pero está negado a seguir llorando por alguien que simplemente lo abandonó.

Kei decide levantarse al darse cuenta de que no, todo esto, más que arreglarlo, lo sigue rompiendo.— Nos vemos, señor, espero que tenga un buen descanso.

—¿Kei?— El rubio no puede creer que esa persona que tanto le hizo sufrir estuviera a sus espaldas ahora mismo; su cuerpo quiere temblar, llorar, gritarle, besarlo, pero ante todo, quiere desaparecer. El pelinegro nunca supo que el mayor iba a ver a su abuelo, nunca le había dicho dónde estaba su tumba.— Tsukishima no me ignores. ¿Qué haces acá?

Esa frase hizo hervir la sangre al rubio y se volteó a toda velocidad.— ¿No te gusta que te ignore? Sos sínico, literalmente me ignoraste y te fuiste, me dejaste con el corazón hecho pedazos, llorando a mares con tu madre en Navidad, tengo que recalcar que me dejaste en Navidad y preguntándome qué mierda hice mal—. Kei estaba roja de ira, de tristeza; sus lágrimas salían con furia y su voz estaba quebrada.— No seas irracional, Tobio.

—Kei, supuse que me comprenderías, estaba pasando por un duelo y no te podía hacer sufrir así— Kei bufó y Tobio lo miró, había nostalgia en su mirar, lo había extrañado y estaba muy arrepentido—. No te podía amar, corazón.

—No me digas así—. Replicó rápidamente el más alto y el menor levantó las manos, sabiendo el peso de ese apodo.

—Perdón.

—¿No es un poco tarde ya?

—Puede que lo sea, pero es lo que vos mereces. Me acompañaste en los últimos momentos de mi abuelo y estoy muy agradecido con vos.

—Creo que no te diste cuenta ni la mitad de las cosas que hice por vos, trate de ser todo lo que a vos te gustaba, pero nunca llegaba a tus estándares; aprendí tus gustos, así podías descansar un rato más antes de ir al hospital, pero con tu desayuno hecho, seguía tus equipos favoritos para poder decirte datos interesantes, pero los pasabas como si nada; era un tonto emocional y obsesionado de hacerte sentir un rey y no te pudo importar menos la persona que tanto te demostró y te dije que me rompiste el corazón, pero fue mucho más que eso, fue mi cabeza la que dejaste mal y la verdad Tobio—, lo miro con resignación, estaba agotado física y emocionalmente, pero firme— ahora no quiero tu simpatía, ni tus disculpas, solo quiero estar bien conmigo otra vez.

Tobio se quiere acercar, pero Kei da un paso atrás, no se sentía bien, estaba estresado por la universidad, su trabajo y el equipo de vóley y ahora esto; definitivamente no estaba en su mejor momento— Kei, estás pálido, por favor dejame ayudarte— El rubio se quiere negar, pero a la vez lo anhelaba tanto, quería estar en sus brazos otra vez y simplemente se resignó al ver que el otro se acercaba y lo terminó envolviendo en un abrazo y por fin, kei, pudo romperse; murmuraba tantas preguntas que le habían quedado cuando tobio lo dejo:—¿No te ame lo suficiente para ser usado de esta forma? ¿No merecía nada por todo lo que hice?

—Perdón, corazón, en serio perdón.

—Ya, por favor, deja de pedir perdón, no lo necesito, ya no te necesito.

Buenas gente, paso de todo, no tan dramatico como esos autores que les pasa algo medico y casi mueren, pero aca ando con el corazón roto y con ganas de hacer angst asi que perdón de ante mano.

Besos en el culo gente.

Muak