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—Ya no más—rogó Hyunjin, viendo a Felix con la minifalda—mi amor, por favor, te lo ruego... ya no puedo más, me tienes mal. Esos muslos, ese culo... por favor—golpeo de manera leve contra la madera del escritorio.

—Vamos a tu departamento—Felix se levanto de su asiento y fue junto a Hyunjin, agarro su mano y ambos salieron en un silencio semi eterno hasta la salida.

—No es una broma ¿verdad? —Felix quiso reírse.

—No es una broma, Hyunjin Hyung, iremos a su departamento... y me darás duro contra el muro—dijo, sin vergüenza.

Hyunjin trato de demorarse lo menos posible, quitando a su chofer, manejaría el mismo con tal de en vez de llegar en treinta minutos a su departamento, así poder llegar en cinco.

—No llegaremos vivos a tu depa si sigues manejando así—dijo Felix, ante el exceso de velocidad.

—No importa, porque ya llegamos—Hyunjin salió del auto y le abrió la puerta a Felix.

Felix podía sentir la desesperación en Hyunjin en cada lugar y minuto, en especial en el elevador.

—Extrañaras caminar bebé, te lo aseguro—Felix gimió al sentir la mano de Hyunjin sobre su miembro, le quito la falda de manera ruda y lo llevo a rastras a la habitación.

Incluso olvido cuanto había dejado a Hyunjin en abstinencia.

—Dime si te lastimo, aunque no te aseguro que me detendré—mis ojos son bendecidos al ver el cuerpo desnudo de Hyunjin, su abdomen marcado, sus pectorales... oh, esos veintinueve coma seis centímetros, ni hablar del ancho.

Quiero chuparlo.

Pero no, ya le roge bastante no pienso volverlo hacer, a menos que me ruegue una semana más, Quizás así lo reconsidere.

—Mgh—la lengua de Hyunjin invade la boca de Felix, mientras que el nombrado era totalmente desnudado por una persona para nada delicada.

—C-cálmate—le pidió Felix.

—No puedo, te necesito, mucho—

Felix sintió un leve temor al sentir el glande de Hyunjin en su ano.

—No me has preparado, Hyun... —

Hyunjin entro dentro de Felix y comenzó a moverse con un ritmo suave.

—¡Ah! —el claro dolor le hizo estremecerse, pero le gustaba, el sentir la desesperación en Hyunjin, y saber que él mismo era quien se lo provocaba se sentía muy bien, demasiado bien.

—¡Mgh!, ¡Hyunjin! —las uñas de Felix fueron clavadas en la espalda de Hyunjin, ante la fuerte penetración.

—M-muy a-apretado—gimió Hyunjin, en un ronco susurro al oído de Felix, quien se estremeció ante tal bello y sexi tono de voz.

—¡Ahg!, ¡Más! —pidió, estaba tan cerca de llegar a su orgasmo, sus piernas temblaban y sentía cosquillas en su vientre, y el sentir a Hyunjin moverse en su interior, mientras pequeñas gotas de sudor caían por su frente... oh, era tan excitante y placentero.

De manera intencional sus uñas rasguñaron los pectorales de Hyunjin, quien no emitió sonido alguno si no que penetró de manera más ruda el interior de Felix.

Ambos estaban cerca, podían sentirlo.

—V-vamos bebé, venté para mí—le pidió, Felix no consiguió contenerse más y llego a su orgasmo, cayendo de manera débil en los brazos de Hyunjin.

—¡Felix! —gimió Hyunjin al llegar a su propio orgasmo.

Ambos conectaron miradas, mientras trataban de regular su respiración.

—S-sácalo—pidió Felix, aun sintiendo el miembro de Hyunjin en su interior.

—Nope, me debes muchas rondas pequeño travieso, esta noche voy a cobrarlas—

Asistente De La Mafia-HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora