Tu Sangre con la mia [cherry pau y jeff the killer]EDITANDO

Capítulo tres. "Lo mismo de siempre"

Narra Cherry pau

Ya saben mi historia siempre lo mismo, salir y encontrar a alguien a quién matar con mis torturas.

Esta vez encontrar a alguien fue fácil, ni siquiera tuve que hacer esfuerzo alguno, mi víctima solo iba con sus manos amarradas caminando con la mirada baja.
Era un chico De al menos... Unos 1.79  de alto, era realmente pálido, sus ojos azules eran intensos, pero sin vida en ellos, tenía labios algo delgados, pero se miraban tan delicados, tan resecos, algunos mechones de su pelo negro y largo tapaban un poco su cara, llevaba una camisa gris y unos pantalones negros, era muy delgado, su piel era demasiado fría.
Fue muy aburrido atraparlo, ya que literalmente no tuve que hacer nada, pero no estaba de ánimos para correr y golpear a alguien en la cabeza, así que opte por él, que se le miraba que no tenía ganas de vivir.

-Sabes que vas a morir, cierto?- le dije algo irónica.

El solo se encogió de hombros y murmuró un pequeño "Está bien."
Joder pero que negativo este chico, al menos debería suplicarme, eso no lo salvaría de nada pero no sé, siento que más bien disfrutará cuando lo mate.
Que habrá vivido este chico para que esté tan roto al punto que ya no sienta nada? Ni miedo a la muerte.

-¿Cómo te llamás?- le pregunte mientras lo llevaba de un brazo (tenía sus manos amarradas por el frente así que podía enredar nuestros brazos)

-¿Sueles preguntar el nombre a todos los que matas?- dijo esto volteando a ver arriba con desesperación.

-Pues...

-Pues no me interesa realmente, ya vamos a llegar? Este bosque ya me aburrió, o que piensas hacer? Si vas a matarme porque no lo haces acá?- me interrumpió.
Vaya, miró que está alterado, no me molesta para nada, peores personas he tenido que aguantar.

A lo lejos divisé un río, también había piedras que servían de asiento, lo guíe hasta ahí, y pare.
Le ordené a sentarse en una y así lo hizo, me senté en la que estaba al frente.

-Respira hondo cariño, relájate.- el obedeció y vi como sus músculos iban relajándose, su expresión cambiando. -ahora si, dime, ¿Cómo te llamás?- volví a preguntar mirándolo fijamente.

-Me llamo John.- dijo este mirándome también.

Nos quedamos viendo por mucho, los dos fijamente, hasta que el rompió el silencio.

- Podrías sacar una carta de mi bolsillo? Por favor.- dijo él.

-Mmm claro. - me acerqué a él, sin dejar de verle a los ojos, toque su bolsillo y introduci mi mano en el, sentí el papel y lo saqué , todo esto sin despegar la vista de sus ojos, ni el despegaba su mirada de los míos.

-Ahora, que se supone que haré con esta carta?- pregunté.

- Es una carta de suicidio, pensaba hacerlo hoy. La escribí, la carta es especial para... Una chica, mi madre, y mi hermana menor. Podrías dejarla a lado de mi cuerpo sin vida?

- Porque has tomado esta decisión?- le pregunté con curiosidad.

- porque ya no tengo nada, estoy vacío y roto, llevo mucho tiempo así, sintiéndome solo, pensé que alguna día saldría de la depresión pero no, ya me he rendido. -Dijo el con su voz un poco aquebrantada.

Me acerqué a él, siempre mirándolo fijamente a los ojos, no quería apartar mi mirada de ahí, me sentía exactamente igual que el o peor, lo entendía perfectamente, y comprendí que necesitaba a alguien.

solté el amarre que tenían sus manos, suavemente quite su camiseta, el solo se quedaba callado, seguro pensó que ya lo Iba a matar.
Me quite mi sudadera, quedando en brazier, no me importaba si me miraba así, ya más da no?
Me quite mis zapatos y luego de eso le extendí mi mano para que la tomara, el la tomo, y se levantó de la roca.
El era un poco más alto que yo, agachó su mirada para verme, mientras yo la levantaba, me acerqué más a el.