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Bresh | Buenos Aires

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Bresh | Buenos Aires.































La bresh explotaba de gente,las luces y la música retumbaban en todo el boliche. Los colores brillaban en el aire, y el ritmo marcaba el paso de una noche que prometía ser legendaria. Enzo Fernández entró a la Bresh con su mejor amigo Julián Álvarez. Eran casi las dos de la mañana y, al cruzar la puerta, se notaba cómo todas las miradas se giraban hacia ellos. Parecía como si la música bajara de volumen solo para que los observasen. El ambiente del boliche, cargado de calor y tensión, se sentía pesado, pero de una manera que gustaba.

Enzo vestía una bermuda negra, junto una remera blanca Balenciaga que le quedaba impecable que hacía notar sus tatuajes a la perfección , y la gorra negra hacia atrás, caminaba con esa actitud de turrito que le salía tan natural. Caminaba por la pista como si fuera el dueño del lugar, saludando a algunos conocidos y sonriendo de reojo a las chicas que lo miraban con admiración.

—Gato, ¿vos viste cómo nos miran todas? —comentó Enzo, ajustándose la gorra y mirando a Julián con una sonrisa confiada.

—hoy no dejamos a ninguna libre,amigo—respondió Julián, dándole una palmada en la espalda mientras se reían.

El VIP estaba repleto de conocidos. Al llegar, los esperaban varios de los compañeros de la selección, ya bien instalados y rodeados de botellas. Rodrigo De Paul, el alma de la fiesta, levantó una botella de fernet apenas los vio llegar.

—¡Miren quiénes se dignaron a aparecer! ¿Qué onda, los galanes? ¿No piensan bajar a la pista o se van a quedar todo el rato acá, haciéndose los lindos con las botellas? —bromeó Rodrigo, agitando la botella y sirviendo fernet y coca-cola en varios vasos.

Enzo agarró uno de los vasos y tomó un sorbo. —Tranqui, amigo, recién llegamos. Bajamos en un rato. Primero, algo tranquilo acá arriba.

—Sí, no nos apures. A ver si después no te puedo seguir el ritmo bailando —agregó Julián, chocando su vaso con el de Rodrigo.

Rodrigo se rió, negando con la cabeza. —Si no te moves  ahora, te juro que te bajo a patadas, gato. Es la noche libre antes de concentrar, no vinimos a hacernos los boludos. Mirá a las pibas cómo están esperando.

Se quedaron un rato más en el VIP, disfrutando de la vista y de la compañía. El VIP les daba una visión perfecta de toda la pista de baile, la luz parpadeaba en los rostros de la gente y la música no dejaba de sonar. Las botellas seguían pasando de mano en mano, el ambiente se hacía cada vez más relajado. A Enzo, le gustaba ese momento en el que todo empezaba a calentar. Aún era temprano para que todo estallara, pero las cosas ya se sentían intensas.

Después de un rato, Enzo sacó su celular. Entre las risas y la música, decidió chequear Instagram. Deslizó las historias de un par de amigos, pero una en particular lo hizo detenerse en seco. Valentina, su mujer, había resubido una historia que no esperaba ver. En la foto estaban Valentina y... Agus, Agustina Calzetti Las dos en la Bresh.

Streamer - Enzo Fernández -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora