Llegó el señor Mauricio y bajé rápidamente las escaleras.
Lo estaba esperando para poder irme.- Elena no te has ido, debería darte unas llaves para que no tengas que esperar a que regrese - me dijo después de cerrar la puerta y verme.
- no te preocupes, está bien, apenas acabé - le notifiqué.
- sacaré una copia, mañana te las daré -
- en serio, no hace falta, de verdad, puedo esperar - le aseguré que no había problema.
- ¿prefieres esperarme? - me preguntó.
"Claro que te esperaré" pensé.
- si, está bien, no hay problema -
- ¿segura Elena? -
- segura, sí - afirmé.
- bueno, ¿comiste algo? -
- no, Denise no estuvo en todo el día -
- ¡esa niña!, ¿está con Aldo? -
- no lo sé, él se fue solo -
- ¿te dijo a dondé iba? -
- no, no mencionó nada -
- ¿quieres que te preparé algo de comer?, debes tener hambre -
- no, estoy bien, ya me voy -
- no, no te puedo dejar ir así, trabajas aquí desde las 2 hasta las 10, no te puedes ir sin haber comido algo - insistió.
- no quiero molestarte - le dije.
- no me molestas Elena, quédate - me pidió con una sonrisa resplandeciente.
- está bien, me quedaré - acepté finalmente.
Esa sonrisa me convenció.- vamos, ven, acompáñame a la cocina -
Caminé detrás de él y me senté en el banco de la barra de la cocina.
- ¿qué te parece... lasaña? -
- ¿no es muy tardado? -
- tienes razón mmm... - dijo y pensó que preparar.
- ¿qué tal sándwiches? - propusé.
- ¿no te parece una cena muy simple? -
- ¿simple?, mmm no, es mi comida favorita -
- eres una chica sencilla Elena, eso es muy bueno - resaltó.
Me miró fijamente de una manera extraña.
Me perdí por un momento en sus maravillosos ojos azules.- entonces... ¿sándwiches? - dijo rompiendo el silencio.
- sí, sándwiches suena genial -
- los prepararé, ¿cuántos quieres? -
- dos, porfavor -
- ¿con todo? -
- sí - respondí.
Después de deleitarme observándolo mientras preparaba los sándwiches nos comimos lo que preparó entre risas y miradas furtivas.
- ¿qué te parecieron? - me preguntó después de haberme acabado los dos sándwiches casi de un solo bocado.
- están deliciosos - contesté sinceramente.
- ¿crees que debería ser chef además de empresario? - me interrogó con las dos cejas levantadas.
- definitivamente - le dije y solté una risita.
- ¿tú quisieras trabajar conmigo? -
- ¿de chef?, no, para nada, soy muy mala cocinando, por eso soy la de limpieza - le dije vacilandolo.
- no, me refería a la empresa, podrías ser mi colega -
- oh, no creo que sea la indicada para eso -
- yo creo que eres la más indicada para ese puesto, linda -
¡¡¡¿Linda?!!!
¿Porqué me llama así?- no, créeme que no - le dije al no creerme capaz de ello.
- ¡Mauricio!, ¡¿dónde estás cielo?! - gritó la señora Laura desde la entrada interrumpiendo nuestro coqueteo.
- ¡en la cocina! - le dijo él.
- que bueno que te veo cariño, necesito desestresarme contigo, no sabes las ganas que te... - dijo y al percatarse de mi presencia se calló de inmediato.
Alguien está ardiendo.
Me aguanté una risita y llevé los platos sucios al fregadero para después salir de la cocina sigilosamente.
Corrí por mi bolso y abrí la puerta para irme de esa casa.
Habría un incendio en cualquier momento y yo no quería morir quemada.
Solo si la razón de morir quemada fuera Mauricio.- Elena - me llamó Mauricio justo antes de que me fuera.
- ¿sí? -
- disculpa lo que dijo mi... -
- no, está bien, créeme que la entiendo - lo interrumpí antes de que dijera la palabra "esposa".
- ¿ah sí? - me preguntó con el ceño fruncido y una sonrisita ladina.
Una expresión muy atractiva para mis ojos.
- sí, pero bueno yo igual ya me voy, te veré mañana -
Él caminó hasta mí y tomó mi mano.
- hasta mañana Elena - me dijo y dejó un lento y pequeño beso en el dorso de mi mano.
Omg.
Me muero.
Preparen el funeral.- adiós - le dije y me solté de su agarre.
Le sonreí y finalmente salí.Todo el camino a mi casa llevé una sonrisa en mi rostro.
¿Cuál era la causa?
La respuesta era: Mauricio.
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¿PUEDES GUARDAR EL SECRETO?
RomanceElena encuentra trabajo de sirvienta en una de las colonias más lujosas de Monterrey. Ahí conoce al señor Mauricio y a su hijo Aldo. Los dos quedan locamente enamorados de ella. ¿Será que podrá elegir a uno de los dos?