sweet taste ✦ |lando&checo |0411

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lando entró al departamento y lo primero que escuchó fueron gemidos ahogados, el primer pensamiento que se le cruzó fue que quizás sergio estaba lo bastante aburrido para empezar a tocarse. dejó sus cosas y con lentitud se acercó hacia la habitación del pecoso donde notó la puerta ligeramente abierta.

pero todo en él se quedó paralizado al ver aquella imagen que podía dejarse ver por la ligera abertura de la puerta.

sergio estaba en cuatro en dirección hacia la puerta mientras una alfa estaba penetrándolo tomándolo de aquellas finas caderas, el omega tapatío tenía su rostro pegado hacia el colchón mientras que la alfa podía notarse que estaba haciendo todo lo posible por darle máximo placer al pecoso, los movimientos parecían ser rápidos por la forma que sus pechos rebotaban.

lando quiso alejarse pero su paso hizo tronar aquel piso de madera viejo que su departamento tenía. fue aquel ligero ruido que hizo a sergio levantar su rostro hacia el frente y ver a lando, una sonrisa traviesa atravesó el rostro del omega para al mismo tiempo entreabrir sus labios y soltó un gemido agudo mirando directamente a lando.

el omega inglés bajo su mirada rompiendo el contacto para alejarse de ahí e introducirse a su habitación azotando la puerta. se sentó en la cama sintiendo sus manos temblar, de repente los ruidos de gemidos cesaron, hubo un gran silencio y después se pudo escuchar murmullos y unos cuantos gruñidos. mientras lando trataba de controlar su respiración fue que pudo escuchar como unas pisadas se hacían presentes, parecían pisadas enojadas, después hubo un sonido de abrirse una puerta y ser azotada con demasiado enojo.

tenía que tranquilizarse, por más que le doliera ver a checo coger con otras personas debía que admitir que era normal aquello pues el pecoso y él no eran pareja, solo...solo follaban y que lando estuviera enamorado del omega mexicano solo era problema suyo. volvió a respirar y alejó las lágrimas que amenazaban en salir.

era normal que checo necesitara a un alfa, era normal que quisiera tener un nudo pues su omega no quedaba saciado con los dedos o lengua de lando.

un último respiro le tomó al británico para calmarse y poder salir de la habitación, giró su rostro notando la habitación de sergio con la puerta cerrada. tenía que ignorar lo que había visto. se encaminó hacia aquella cocina para poder preparar algo de cenar, todo el día se la había pasado casi afuera del departamento y necesitaba comer algo casero, algo de casa.

—preparé pasta alfredo.

lando se tensó al escuchar aquella voz detrás de él. trago saliva y pudo girar su rostro un poco mirando a sergio quien estaba en la entrada de la cocina mirándolo con aquellos ojos brillantes.

de repente el apetito del  omega británico se hizo más grande pero ahora por aquel omega tapatío que tenía delante de él; sergio tenía las mejillas ligeramente rojas con esos enormes ojos cafés que brillaban más, tenía una sudadera que parecía llegarle a mitad de muslos y estaba completamente desnudo de las piernas dejándole a ver a lando lo tonificadas que estaban, claro que el otro omega conocía a la perfección las hermosas piernas de sergio.

—gracias. —murmuró lando rompiendo contacto visual con checo para buscar un plato.

—¿vienes muy cansado? ¿cómo te fue hoy? —sergio cuestionó con un dejé de alegría en su voz.

—me fue bien, algo cansado. —la voz de lando era más apagada que la de sergio, pareciendo un murmullo.

—¿hay muchos casos frustrantes? —el tapatío se atrevió a entrar más en la cocina.

lando por lo contrario intentó seguirlo ignorando para tomar un poco de aquella pasta que sergio había preparado. se veía deliciosa y era de esperarse pues el mexicano era experto en la cocina, era una de las cosas que lando creía haber corrido con suerte cuando empezaron a ser roomies.