Pensamientos

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Habían pasado más de tres semanas desde que Jungkook y Jimin habían tenido su confesión, sin embargo todavía se estaban acostumbrando a la presencia del otro, por eso ninguno de los dos había decidido dar el siguiente paso, establecer una relación.

Sin embargo Jimin lo estaba esperando con ansias, el sabía que era Jungkook, él era su persona especial, y lo que más quería era que fueran pareja, le gustaba mucho la idea de ser quien lo propusiera, pero a la vez le daba miedo que Jungkook no estuviera listo y lo rechazara.

Habían acordado que al menos dos días a la semana ellos almorzarian juntos, sin nadie a su alrededor, en su lugar especial.

— Hola bonito, ¿Cómo estás?— Jungkook se acercó a Jimin, dándole un corto beso en la mejilla

— Hola Kookie— Jimin sonrió, le gustaban esas muestras de cariño por parte de Jungkook— estoy bien, ¿Y tú?

— Eso no sonó muy convincente, ¿Paso algo?

— No Kookie— Jimin tomó el rostro de Jungkook entre sus manos y le dió un beso en su nariz— solo estaba pensando que te quiero muchísimo y de lo afortunado que soy de que estemos juntos

— Me harás llorar Jiminssi— Jungkook empezó a dejar besos por toda la cara del rubio, haciendo que ambos rieran mucho

— Hace cosquillas, basta Kookie

— De acuerdo, solo porque tú me lo pides— se sentó al lado de Jimin— ¿Y como te va con mi papá? Hoy tienes clase con el ¿Cierto?

— Si, a decir verdad tu papá me da miedo Kookie, pero cada vez que tengo clases con él confirmo el por qué de su fama, tu papá es muy talentoso

— Lo se, mi papá es increíble

— Espero algún día ser tan buen bailarín como lo es el

— Pero tú eres maravilloso Jiminssi— Jungkook lo abrazo muy fuerte y le dio un beso en la frente— por cierto ¿Tus papás no dijeron nada de que mi papá sea tu maestro?

— Ahora que lo mencionas la verdad es que no, parece como si no estuvieran interesados en el tema, es muy extraño

— Pero es algo bueno, así ya no te preocupas por ese asunto

— Si, es cierto

Ambos se quedaron sentados viendo el cielo, Jungkook se animó a tomar la mano de Jimin y ahora los dos estaban sonriendo y con sus mejillas coloradas.

— Antes amaba los fines de semana, ahora los odio— menciono Jungkook

— ¿Por qué?

— Porque son los días que más te extraño Jiminssi, de verdad quisiera verte todos los días de mi vida

— Algún día nos mudaremos juntos Kookie, y yo te haré el desayuno en las mañanas mientras tú te arreglas para ir al trabajo— en realidad eso estaba pasando en la mente de Jimin, pero le gustó tanto la idea que la dijo en voz alta

Jungkook estaba demasiado emocionado de escuchar sobre ese futuro— ¿Cómo una pareja de casados?

— ¿Qué?

— Si, tu y yo en el futuro seremos como una pareja de casados, usaremos pijamas a juego y esas cosas de pareja

Jimin a veces no entendía a Jungkook, esas palabras eran claramente una declaración, pero era tan difícil tomarla como tal.

— ¿A ti te gustaría que fuéramos esposos algún día?— su voz salió muy bajita, casi inaudible, sin embargo el pelinegro la escucho

— Si, me encantaría, ¿A ti no?

Absurda rivalidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora