LA MALDICIÓN NIKIFOROV

La Maldición

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En un pueblo llamado "Angel R. Cabada" en el estado de Veracruz, muchos alfas y omegas extranjeros llegaron a vivir con asiló político.

Ninguno de los lugareños sabía exactamente el motivo de su llegada, de todos los extranjeros los que más destacaban eran dos hermosos alfas rusos Viktor Nikiforov de hermosos ojos azules y cabello plateado, Georgie Popovich un chico extravagante de ojos azules y cabello negro y un hermoso alfa suizo Christophe Giacometti, él tenía los ojos verdes y su cabello era rubio, ellos vivían con su tío un alfa ruso llamado Yakov Feltsman y su tía Lilia Baranovskaya, habitaban una pequeña casa de madera y techo de paja, casa prestada por la familia Berthely, ellos eran muy pobres, pero la gente dudaba que lo fueran ya eran que eran muy refinados y cultos, pero como trabajaban de jornaleros, vendiendo pan o ropa supusieron que fueron despojados de su fortuna, todo alrededor de ellos era un misterio.

En el pueblo vivían omegas hermosos, como: Yuuri katsuki, un chico de cabellera negra y ojos cafés, Mary Katsuki de cabellera negra y ojos cafes, Pichit Chulanot un omega travieso de tez morena y ojos negros, y Anya Petrova de ojos negros y cabello marrón. Eran hijos de los hacendados más ricos de la región.

Los padres de Yuuri Katsuki eran Toshiya Katsuki y Hiroko Katsuki, dueños de muchas tierras y ganado, y su hermana mayor era Mary Katsuki. Pichit era primo de Yuuri, sus padres eran Anurak Chulanot y Lamai Chulanot, también dueños de muchos terrenos. De Anya Petrova solo se sabía que era huérfana, dueña de una gran fortuna y que su tutor legal era el señor Katsuki..

Se dice que Viktor Nikiforov, tocó el timbre del rancho Katsuki y que el mismo Yuuri fue el que lo atendió, dedicándole una hermosa sonrisa y haciendo que el ruso se quedará mudo ante tanta belleza y al mismo tiempo Yuuri no podía dejar de ver esos hermosos ojos azules y la larga cabellera plateada, era el alfa más hermoso que había visto.

Viktor, Chris y Georgie, regresaban todos los días con el pretexto de vender pan o ropa solo para ver a los hermosos omegas. Viktor empezó a cortejar a Yuuri y al mismo tiempo Chris cortejaba a Pichit y Georgie a Anya, como era de esperarse con el tiempo se enamoraron y se juraron amor eterno.

Era tanto el amor de los alfas por sus omegas que fueron a pedir su mano al señor Katsuki y al señor Chulanot, pero ellos simplemente los vieron de arriba abajo y el señor Katsuki les dijo:

–Ustedes creen que unos hombres tan pobres pueden venir a pedir la mano de mis hijos, creen que con sus ropas viejas y huaraches rotos se merecen el amor de mis lindos omegas– los Alfas solo agacharon la cabeza. Pero Viktor no se quedaría callado

–Señor Katsuki, amo a su hijo más que a mi propia vida, déjeme demostrarle que soy digno de su amor— dijo Viktor con desesperación.

–¡Largo de aquí! ¡Fuera de mi casa sucios Alfas!– gritó el señor Katsuki con furia. Los alfas se fueron pensando en sus omegas, no podían apartar de su mente sus rostros llenos de tristeza. Así que buscaron la manera de poder verse cerca del río o en el pueblo.

Un día Viktor escuchó hablar de Doña Trini, una bruja que vivía en un pueblo aledaño, llamado: "Paso del Ingenio", la gente decía que tenía un inmenso poder y era temida por todos. Un día Viktor la fue a buscar, cegado de que podía cumplir cualquier cosa y convenció a sus primos para ir a verla.

Se dice que cuando los alfas iban llegando a la choza, Doña Trini ya los esperaba y les habló por sus nombres.

–Viktor, Chris y Georgie, ¿Qué es lo que buscan a estas horas de la noche en medio de la nada?– dijo la anciana con voz misteriosa.

–Nosotros, ve... venimos a qué nos ayude, para qué nos acepte la familia de nuestro omegas– dijo viktor titubeando un poco, la mujer le daba miedo.