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No sabían exactamente como habían llegado a esa situación, sus mentes estaban completamente nubladas por la excitación del momento.

Hyunjin besaba a felix con ferocidad, devorando su boca, impaciente por tenerlo bajo suyo gimiendo y gritando de placer por su causa.

Luego de estar unos minutos en aquel pequeño bar, la tensión sexual no pudo más con sus cuerpos y ahora estaban en la habitación de Hyunjin besándose con calentura, ya sin sus camisetas cubriendo sus torsos.

─‎ Mierda, no sabes cuanto deseaba esto... ─‎ El castaño se separó de la boca de su compañero, quien yacía acostado en su cama mirándolo con ojos oscurecidos por la lujuria y las pupilas dilatas en su máximo esplendor. Hyunjin le regaló una sonrisa de lado y comenzó a dejar besos húmedos en su cuello, junto a unas cuantas mordidas que felix disfrutaba demasiado.

Los jadeos y respiraciones agitadas comenzaron a hacerse presentes en la habitación. Deseaban hacerlo, querían y lo harian. Esta vez no había nada ni nadie que los pudiera detener.

Felix quitó sus zapatillas con sus pies, y acarició la espalda del castaño con la punta de sus dedos logrando que corrientes de placer recorrieran el cuerpo del castaño.

Los besos bajaron por el torso del pelinegro, llegando hasta el borde del pantalón de mezclilla. Hyunjin miró a felix pidiendo su aprobación para continuar y al ver como su novio asentía seguro, desabrochó la prenda, bajándola junto a los calzoncillos.

El miembro duro del pelinegro chocó contra su abdomen, el castaño lo tomó, acariciándolo sacándole gemidos a felix que no podía callar.

─‎ ¡Ah! ¡Oh Dios, Hyunjin! ─‎ gimió al sentir la boca de su chico envuelta alrededor de su miembro. Chupando, succionando y jugando con el trozo de carne erecto. Hwang con la mano desocupada comenzó a desabrocharse sus propios pantalones, luego de haber quitado sus zapatos.

La felación continuaba y felix se sentía desfallecer al sentir la húmeda lengua del castaño recorrer su pene con aquella maestría, Sus testículos eran acariciados de vez en cuando y podia sentir como la punta de su miembro tocaba la garganta de su novio al entrar y salir.

Con un sonido parecido a un "¡Plop!" Hyunjin quitó el pene de su boca, dejando un beso en la punta y se sacó los pantalones junto a sus bóxers con rapidez.

Tenía al chico que había deseado hace dos años recostado en su cama, rogando con sus ojitos que lo jodiera de una vez. El castaño gruñó ante el pensamiento yendo a buscar un condón y un lubricante al baño.

Cuando volvió felix se encontraba en la cama masturbándose, soltando gemidos con su nombre. Hyunjin se acercó a la cama como un león a su presa y se puso el preservativo en su dura polla.

─‎ Tenía tantas ganas de follarte, bebé....

Las mejillas del pelinegro estaban rojas por la excitación y algo de vergüenza. Abrió sus piernas invitando al castaño a ponerse entre ellas, lo cual hizo de inmediato.

─‎ Tan sumiso para mi...

Volvieron a juntar sus bocas, explorándose y probándose con esmero. Felix subió sus manos para masajear el cuero cabelludo de su novio, sacándole un gemido de satisfacción.

Las caderas de Hyunjin comenzaron a frotarse contra el pelinegro, sintiendo con su pene la entrada. Estaba desesperado por adentrarse allí de una vez.

Separó las bocas, mordiendo el labio inferior de felix en el proceso y tomó el pequeño frasco de lubricante. Echó una buena cantidad en sus dedos, para luego llevarlos al pequeño agujero de su novio. Acarició ésta con su pulgar, robándole un gemido al pelinegro por la sensación del toqueteo en aquella zona.

Hyunjin sonrió mirando el rostro de su chico contraerse en placer, y sin previo aviso adentro dos de sus dedos dentro de felix.

─‎ ¡Ah! Mierda!

Aquello si que había sido inesperado. Los dedos de Hyunjin comenzaron a moverse en su interior, preparándola lo máximo posible. El pelinegro gemía descontrolado y ¡Demonios! a HyunJin le dolia su miembro por la excitación.

Tres dedos ya se hallaban en el interior de felix y a cada segundo el castaño ansiaba más probar aquella estrechez con su polla.

─‎ M-más! Hyunjin, por favor! ─‎ suplicó, logrando que el pequeño autocontrol que su novio tenía se fuera a la mierda.

Quitó sus dedos de un tirón, y posó la punta de su pene en el ano de su chico.

─‎ ¿Listo, amor? ─‎ Un leve meneo de caderas fue su contestación.

Hyunjin se adentro en felix soltando un gemido ronco desde la garganta.

Oh mierda, estaba tan jodidamente apretado y caliente. No espero nada, simplemente comenzó a embestir al pelinegro con salvajismo, llenado la habitación de gemidos, gritos y lloriqueos de placer. La cama rechinaba ante cada estocada, el aire se sentía pesado, y el sudor corría por sus cuerpos.

El castaño embestía una y otra vez al pelinegro con todas las ganas acumuladas en los años. Por fin podía sentir a aquel chico como suyo, Únicamente suyo.

Hyunjin paró con sus embestidas, y salió de felix recostándose él en la cama, sacándose el condón de su miembro. Quería sentir a su chico directamente.

─‎Quiero que me montes, cariño..

No tuvo que repetirlo dos veces. El pelinegro ya estaba sobre su novio, alineando el pene de Hyunjin a su entrada, y bajó con brusquedad, sintiendo su interior ser nuevamente llenado por el miembro caliente del castaño.

─‎ Oh joder...─‎ Hyunjin tomó a felix de las caderas, echando su cabeza hacia atrás al sentir su polla ser envuelta por las paredes de su chico

Los gemidos no tardaron en llegar. El pelinegro saltaba sobre el miembro de su novio con rapidez y destreza, mientras que se masturbaba con una mano. Hyunjin agarraba su trasero con fuerza, dándole una que otro par de nalgadas, dejando las mejillas rojas y ardientes.

Estaban extasiados con el placer que sentían y podian asegurar que su fin estaba cerca.

Unos cuantos saltos más y el castaño se corrió, llenando de su semen el interior del pelinegro, Gritó de satisfacción, dándole una últimas estocadas a felix hasta lograr que él eyaculará sobre el torso del contrario.

El castaño pasó sus dedos por su abdomen, quitando la simiente del pelinegro, y se la llevó a la boca, gesticulando que era lo más delicioso del mundo. Felix sonrió tontamente y besó a Hyunjin en los labios mezclando los sabores.

Y acabaron, el pelinegro sintiendo la simiento de Hyunjin por sus muslos, y éste pensando que al fin podía asegurar que felix era el chico que él queria en su vida.

Y acabaron, el pelinegro sintiendo la simiento de Hyunjin por sus muslos, y éste pensando que al fin podía asegurar que felix era el chico que él queria en su vida

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SCOUNDREL ©  |  HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora