Narra ReginaEl día de hoy se presentaba Remmy Valenzuela por fin en el palenque, me sentía muy emocionada pues siempre he sido fan de él y había esperado mucho por este día pues el año pasado por problemas no había podido asistir al palenque.
Mis ex cuñadas, Elsa y Brianda pasarían por mi junto a otras amigas si mis ex cuñadas, hemos sido amigas desde la infancia hasta que hace unos años yo y su hermano Victor tuvimos una relacion, que termino por sus celos tóxicos y posesivos lo sorprendente es que no fue por infidelidad, en fin por eso mismo el año pasado no fui al palenque.
Desde ese entonces terminamos y no he vuelto a tener contacto con él.
Terminé de poner mi labial rojo y el sonido de una camioneta me hizo asomarme por la ventana, ya habían llegado.
...
— Dios mio, que horror como la gente se amontona — dijo Brianda al ver la entrada del palenque. — Saben que, le marcare a Victor que nos deje entrar por la otra entrada no tengo ganas de entrar por ese lado
— Si, concuerdo a pesar de tener VIP se hacen filas largas y mis botas no me permitirán estar parada tanto tiempo
— Que exageradas son las dos, tenían que ser Felix la línea ni siquiera esta larga maximo hay — enfoque mi vista en la fila y una mueca se formó en mi cara. — bueno veinte a treinta personas que son
— Tu lo dices por que no quieres tener contacto con tu amorcito victor — dijo Elsa en tono burlón haciendo que rodara los ojos.
— Bueno ya, ya le mande mensaje va a mandar a un trabajador que nos abra y entremos ya que el no esta aquí todavía –
Todavía, eso significaba que si iba a venir, duh regina es el patrocinador del palenque, tonta. Aunque un suspiro de alivio salió de mis pulmones él todavía no estaba aquí.
...
–Y tu recuerdo me persigue a donde voy, sufro al mirar — y entonces mi mirada lo captó, estaba del otro lado justo frente a mi, me miraba atento y serio mientras bebía de su whisky, deje de mirarlo para seguir cantando junto a Brianda. – Y hasta los campos me preguntan cuando vuelves y yo no se que contestar por que no se si volveras lo mas seguro es que ya no regrese
— Eso regiss, un shot para sanar el dolor — gritó Elsa para acercarse a mí a darme un shot.
— Hoy pronostica peda segura — rei para seguir cantando las canciones de remmy
Toda la noche sentía su mirada pesada y penetrante, no había volteado a verlo hasta que por fin me arme de valor y lo mire.
Dios, seguía tan hermoso como siempre su camisa desabotonada como siempre dejando ver el vello de su pecho que por alguna razón lo hacía ver perfectamente sexy, su quijada perfectamente marcada, simplemente guapo. No podía mentir porque siempre ha sido guapísimo y estaba robando miradas de todas las mujeres del palenque incluyendo la mía.
—Ay regis, tan enfocada estas en comerte a mi hermano con la mirada que no te has dado cuenta que el palenque ya se termino — sali de mi trance apenada.
—Puras babosadas dicen ustedes — mire de reojo y ya no estaba el.
—Bueno, vámonos que les parece si vamos a un antro? —propuso Elsa.
Yo y Brianda la miramos
—Se me había olvidado el aguante que tienes hermanita —
—Elsita tan bonita y tan borrachita —dije causando que todas soltáramos una carcajada ruidosa. —
Comenzamos a subir las escaleras hacia la salida para irnos, al antro o casa no se con estas mujeres nunca se sabe, tienen un aguante especialmente Elsa no es de tomar mucho pues tiene dos hijos pero cuando lo hace lo hace muy bien, igual que el.
Aleje esos pensamientos de mi cabeza, hasta que una voz masculina detrás de nosotras nos hizo voltear
—Señorita Regina, el patrón la quiere ver en la oficina — rodee los ojos y negué
—Pues dígale a su patrón que no
—Y a ustedes señoritas las quiere en la sala de espera sus maridos se encuentran en la sala —Elsa y Brianda asintieron.
—Claro pero ella se viene con nosotras —el hombre negó.
—Son órdenes del jefe, solo será muy poco —
—Está bien —finalmente acepte, lo conocía perfectamente y sabía lo terco que podía llegar a ser, y lo enojon y mandón con sus empleados.
Brianda y Elsa me miraron dudosas
—Segura si quieres yo hablo con Vic —negué.
—No bri, no se preocupen ahorita regreso y las encuentro en la sala de espera —
Ellas tomaron su camino y yo en mío, finalmente me paré frente a la puerta de su oficina solte un suspiro y sin más rodeos la abrí para entrar y cerrarla detrás de mi
Y ahí estaba el, sentado dándome la espalda en su silla, al escucharme lentamente giró su silla, traía su vaso de whisky en la mano mirándome serio.
—Para que me quieres aquí? — dije lo más seria posible.
—Se me había olvidado lo mula y directa que eras —dijo divertido.
Esto no es divertido idiota.
—Déjate de rodeos, para que me mandaste llamar para que me querías ya me tienes aquí —
—Chula, se te olvida que seguimos casados —me mostró su anillo. —y soy tu marido tienes que estar junto a mí
—Si pero te recuerdo que nos dejamos, terminamos, nos separamos hace casi un año — dije sarcástica.
—Pero seguimos casados
—Si pero no juntos —lo miré rentándolo.
Se paró dejando su vaso de whisky en su escritorio acercándose a mi.
—Sabes, quieres que sea directo —asentí, este se acercó más a mi acorralándome a la pared. — me estoy volviendo loco sin ti, todos estos meses no te saco de mi cabeza si la cague con mis celos, pero te celaba no por que desconfiara de ti me daba miedo terror que llegara uno y te separara de mí, te amo regi, cuando vas a entender eso? —su mirada era sincera pero a la vez dolida.
—No te busqué por qué te di el espacio que me pediste, aunque siempre te tengo en la mira reginita, tú eres mi mujer, la que me trae de su pendejo, la que me trae enamorado, la que me pone el mandil si quiere, chula eres mi todo ya me castigo por mucho no? Ya regresa conmigo a la casa, te quiero tener conmigo levantarme y ver tu carita, tus ojitos, abrazarte besarte estar contigo todo el tiempo, si pudiera te encerraría en una torre como a la rapunzel y te dejaba hay solo para mí solito —río leve. —te amo mujer entiéndelo, volvamos a intentarlo
Quién era yo para negarme? No me podía mentir a mí misma lo seguía amando nunca deje de hacerlo.
—No tienes que decir nada, solo dime que si —
—Está bien Vic, volvamos a intentarlo pero tomaremos terapia —una sonrisa se formó en su cara.
—Sabes cuál es mi terapia? —negué.
Este empezó a besar mi cuello
Mi punto débil y lo sabía.
Levanto su cara buscando mis labios, unimos nuestros labios desesperados
Había esperado tanto por un beso de él.
Introdujo sus manos por debajo de mi blusa
Ambos lo queríamos, nos habíamos extrañado.