04.

180 20 4
                                    

Sucumbes sobre un charco de rosas calcinadas,

Buscando un corazón que ya no palpitaba,

Te retuerces de dolor entre las espinas de traición,

Y un deseo corrompe tu mente con mucha exaltación,

Sin pensarlo más termina con tu dolor,

Toma tu último aliento y susurra que se acabó,

Observa el crepúsculo y piérdete en esta noche templada,

Cierra tus ojos y eclípsate en la nada,

Eras inocente y sobre todo incauta,

Tan sólo una pequeña de mente muy exhausta,

El dolor fue el precio a pagar por tu candidez,

Y ahora pretendes acabar con tu vida de una vez.

Poesía AbstractaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora