Prólogo

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H(héroe el apodo del protagonista) no se consideraba una persona afortunada en vez de vivir en una mansión vivía en una casa rodante en vez de tener una consola de último modelo jugaba a juegos viejos de una década o dos atrás se podría decir que la suerte no era lo suyo pero oye por lo menos tiene una bonita casa y no le debe impuestos a nadie(exceptuando a la jodida gasolina que se jodan).

Pero un día todo cambio....

"...¡humano te atreves crear una introspección en nuestro pelea miau!..."

Un gato parlante y flotante miro a un joven con una calculadora en su mano derecha(???) y una camiseta negra con una H blanca en el centro como si imitara a cierto héroe alienígena verde.

"...hijo de...a cierto los gatos son desenfrenados no? probablemente haya como 50 posibles padres si vives con la loca de los gatos no?..."

H dijo eso con una sonrisa fastidiosa.

Eso tocó un nervio del animal con poderes de mini-superman.

"...humano...me has cabreado...miau..."

Sus ojos se pusieron rojos como si fuera homelander cabreado y miro al humano con un odio frío.

"...si pues no usé mis chistes de leche o que eres un gato negro...miau?..."

Y esas palabras fueron recibidas con un rayo láser.

Entonces el joven salto a la izquierda H empieza a escribir en la calculadora y una sonrisa traviesa aparece en su rostro.

H: "...es tiempo del gacha, bebé..."

Los números en la pantalla comienzan a brillar con un verde intenso, pero no son números comunes: se transforman en una caótica sinfonía de numeros que flotan en el aire, moviéndose como si tuvieran vida propia. El entorno empieza a distorsionarse, y el viento se arremolina a su alrededor, levantando polvo y chispas eléctricas.

De repente, el espacio a su alrededor se llena de un zumbido ensordecedor.

H se ríe mientras los numeros lo rodean, formando un círculo de energía pura. El aire huele a ozono, y el cielo se tiñe de un color extraño entre blanco y negro. La tierra tiembla bajo sus pies.

H: "...¿listos para ver algo salvaje? ¡Prepárate para el REX!"

Los números convergen en su cuerpo, fusionándose con su piel. Su cuerpo comienza a alargarse y a cambiar de forma, pero de manera completamente caótica. Su piel se vuelve naranja metálico, y se escucha el sonido de engranajes girando y placas de metal ajustándose a su cuerpo. Su boca se deforma hasta convertirse en una mandíbula robótica que brilla con un resplandor anaranjado. Un par de ojos mecánicos sustituyen los suyos, proyectando haces de luz verde.

Su cuerpo, ahora mitad bestia mitad máquina, se erige sobre el suelo, con una silueta imponente. La combinación de lo prehistórico y lo futurista es tan abrupta y caótica como su propia personalidad.

El tiranosaurio robótico finalmente se materializa por completo, con las enormes garras metálicas que chisporrotean electricidad. La cola, también equipada con un picos, se mueve con energía, cortando el aire. Todo el proceso dura solo unos segundos, pero parece una eternidad debido a la intensidad del momento.

H (con voz distorsionada por su forma robótica): "...¡Rocket Rex al servicio, bebé!..."

Un rugido explosivo emerge de su nueva forma, y las nubes en el cielo se abren como si temieran la presencia del titán. El gato flotante, que observaba con escepticismo, ahora retrocede, abriendo los ojos con sorpresa y miedo.

Héroe GachaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora