A los ojos de un imp

Capítulo 2: Luna llena y corazón vacío

[Spóiler: THE FULL MOON // S2: Episode 8]

"Lo siento si algo de lo que dije o hice pudo ofenderte esta noche"

"e?"

"La próxima vez que vengas, ¿quizás podríamos hablar sobre lo que pasó la noche del Ozzie's?"

"x ke?"

"¡Lo lamento! No importa. No es para tanto. Solamente me preocupaba por ti. Parecías muy apurado por marcharte aquella madrugada, pero quizás sobrepensé demasiado la situación. Me alegra si no fue el caso. Yo no estaba molesto tampoco. Solo quería asegurarme de que tú no lo estuviste. Obviamente eres capaz de llevar bien un chiste estúpido hecho por un payaso. Asmodeus puede excederse demasiado con su humor, pero a mí me pareció bastante divertido, lo que dijo de mí al menos. Disfruto siendo objeto de burlas. Quizás podrías decirme groserías la próxima vez que vengas"

[El calendario marcaba la fecha del reencuentro]

[Muchas cosas habían sucedido desde su peculiar cita en el Ozzie's. Octavia, la única hija de Stolas, había robado el grimorio de la empresa del imp para largarse al mundo humano. Blitzø, si bien no es que hubiera disfrutado precisamente del viajecito, había tenido la oportunidad de actuar en un escenario tras muchos años. Se había sentido relativamente bien, en especial al tener a Stolas (disfrazado de humano, todo fuera dicho) apoyándolo a base de vítores y palmadas como cuando eran niños. Había creído que el haberse marchado de su casa para rescatar a Loona de una fiesta había cambiado algo entre ellos, sin embargo, el Goetia parecía más preocupado por encontrar sana y salva a su hija adolescente. No lo culpaba. Él mismo habría removido cada piedra del infierno por llevar a Loona a casa. Quizás porque lo entendía, no se preocupó demasiado cuando Stolas no mencionó nada de aquella velada pasada]

[Un error]

[Después de varios eventos extraños de su vida (entre los que se incluyó conocer al padre de Moxxie, acostarse con el ex de la parejita feliz e irse cagando leches de las garras de la mafia) llegó la hora de llevar a su querida Loona a su cita con el médico. Cinco años había tardado en poder conseguirlo y quería hacerlo lo antes posible porque sabía que su hija iba a resistirse a la inyección que le tocaba. ¿Qué quiso el destino de porquería que parecía llevar las riendas de su vida? Fastidiar a Blitzø, obviamente. Se estaba volviendo demasiado habitual el hecho de que trataran de asesinar a Stolas y tuvo que ser aquel día otro de esos momentos. Le había pedido al dúo M&M que se encargara mientras él acompañaba a su hija al médico. No creyó que fuera a haber ningún problema porque a pesar de estar hablando de Striker (al que se la tenía guardada por lo sucedido en el rancho meses atrás), a un Goetia aquello no debería suponerle ningún desafío. Sin embargo, cuando vio la camilla llevándose al príncipe al interior del hospital, supo que sus predicciones habían errado y que quien creyó invencible, no lo era. El remordimiento por no haber podido estar ahí, sumado a tan estresante jornada, lo había desbordado. Pensó en preguntarle cómo estaba, en tratar de ir a visitarlo. No obstante, recordó la incomodidad que sintió tras los mensajes que recibió la mañana tras la fiesta de Queen Bee. Todo lo que Stolas había escrito aquel día en el chat parecía haber dado a entender que el momento que habían pasado juntos en la mansión era solo parte del juego. Si al príncipe no le había parecido mal la humillación del Ozzie's, ¿quién era él para hacerlo cambiar de opinión? Probablemente se había alegrado después de que Blitzø se marchara a buscar a Loona, pues no habían tenido juego BDSM que acostumbraban y seguramente el búho se había aburrido de su falta de acción, de ahí que se hubiera dormido en el sofá. El atuendo especial, la falsa "cita", que le agarrara la mano, la invitación a su casa, la película... El conjunto de actos solo había sido una manera de recalcar que entre los dos no había nada más que un pacto sexual, una cruel broma. Entonces, ¿por qué tendría visitarlo al hospital? Sería fingir que Stolas quería verlo, cuando estaba claro que no era así. No había dejado todo para salvarle el culo y no le había dado el sexo que quería. Visitarlo para intercambiar palabras escuetas no era lo suyo. El otro solo querría recuperarse de las heridas para volver a la carga pues la única preocupación del Goetia tras el secuestro sería no poder tener sexo duro en un buen tiempo. Siempre era así. Blitzø era un juguete y Stolas no dejaba de recordárselo cada vez que creía que quizás no eran tan diferentes. Mandó un "ke t mejores" ese día. Sería más que suficiente para contentarlo]