Destruir para reconstruir

capitulo 27

Cuando sonó la alerta de emergencia en Vale, Atlas ya había recibido la solicitud de ayuda del profesor Ozpin, y las fuerzas que pudieron movilizarse de inmediato habían abandonado el reino.

James Ironwood tenía el corazón en la mano sabiendo que cuando llegara a la escena, su misión no sería la de apoyo sino la de rescate... de aquellos que aún estaban vivos.

Nunca, ni siquiera si la tecnología hubiera avanzado otra década, podría llegar a tiempo para ayudar en el combate antes de que los Grimm hubieran atravesado la defensa formada y entrado en la ciudad.

En el mejor de los casos, llegarían antes de los primeros rayos del sol y lucharían en el amanecer de una nueva era oscura; para recuperar lo que quedaba de uno de los reinos más grandes del mundo.

Al día siguiente, habría tres reinos que necesitarían albergar a innumerables refugiados que pudieron huir en los limitados medios de transporte, donde nuevamente la humanidad sería empujada un paso más cerca del abismo llamado extinción.

Esto no podía ni debía suceder, pero sucedería, porque no había nada que hacer.

Ese sentimiento de impotencia... James odiaba saber que solo podría reunir los restos después de cada derrota de la humanidad en esta guerra perdida.

Para los Grimm, estas cosas eran un problema sin fin. Salem, un monstruo detrás de los peores eventos de la historia que resultaron en este oscuro presente y posible futuro vacío, siempre estaba al acecho para atacar de nuevo donde más dolía. Ahora parecía que había algo más que añadía peso a esta balanza injusta.

Si los informes que recibió eran reales, las implicaciones de esta nueva amenaza eran inimaginables.

¿Qué ocurriría a continuación? ¿Iría esta cosa de reino en reino para liberar su aura oscura y desencadenar la destrucción? Si así fuera, ¿cuánto tiempo más le quedaba de vida a la humanidad? ¿Un año, tal vez menos?

Tal posibilidad existía, y en ese momento, el miedo era toda la respuesta que tenía James, y no era el único.

Su mano derecha, Winter Schnee, estaba casi temblando mientras intentaba desesperadamente ponerse en contacto con su hermana menor que residía en Vale, esperando asistir a la iniciación en Beacon que tendría lugar pronto.

Una mala broma.

Estas dos chicas lucharon con uñas y dientes para escapar del destino de estar encadenadas a ese hombre, Jacques Schnee, solo para que algo así sucediera.

La desesperación que sentía Winter cuando casi rompió su Pergamino, intentando todo lo que estaba a su alcance para contactar a cualquiera que pudiera darle el paradero o asegurar el bienestar de su hermana, solo aumentó por la falta de respuestas.

En todo caso, el caos desatado impidió cualquier tipo de comunicación.

Entonces ocurrió lo inesperado.

Poco después de su partida y la inquietante aceptación de lo que le esperaba en Vale, se produjo la eliminación de los Grimm a manos de quien los había atraído en primer lugar.

Una noción imposible de aceptar.

Simplemente, ¿cómo?

Incluso teniendo el vídeo en la mano, mostrándolo una y otra vez, era simplemente... irreal .

Tanto poder...

Mientras la tripulación celebraba sin parar, James no podía ni quería hacer lo mismo.