Mi Otra Madre

4: ¿Qué voy a hacer?

Pasaron unos días desde que encontraron esos papeles. Natalie sabía que quería encontrar a su madre biológica, pero también había algo que la detenía.

Ella no sabía si confrontar a Scarlett, o buscar por su cuenta a su madre. Así que de tanto que lo pensaba, pasaban días y días.

En el colegio, ella no podía concentrarse. No dejaba de pensar en cómo encontraría a su madre biológica y en porqué Scarlett le mintió toda su vida que era adoptada.

Zoe trataba de confortarla, pero lo único que ayudaría a Natalie era obtener respuestas antes de comenzar su búsqueda.

Una mañana, Natalie se levantó temprano, con la intención de no encontrar a su madre tan ocupada y poder hablar con ella. Agarró los documentos que ella había ocultado en su habitación, bajó las escaleras y fue a la cocina.

Ella había decidido no dar vueltas y ser directa con Scarlett. Quería que le dijera la verdad y que le contara todo lo que ella debería saber.

En cuanto entró a la cocina, vió a Scarlett parada al lado de la encimera de la cocina tomando un café. Enseguida Natalie se acercó y sin decir nada puso los documentos en la encimera, enfrente de su madre, la palabra "Adopción" resaltando de la primera hoja.

En ese momento, Scarlett se paralizó, se puso pálida, sus ojos mostraban temor al saber que su gran secreto había sido descubierto, por su propia hija.

— ¿Cuándo planeabas decírmelo? —Natalie se cruzó de brazos.

— Yo... Yo... —Scarlett no sabía que decir.

— No des vueltas, más te vale contarme todo.

— Hija, yo... —Nat la interrumpió.

— Ahora ni se te ocurra llamarme así. —el rostro de Scarlett cambió a uno herido pero a la vez molesto.

— Hey, hey, no me vengas con eso. Aunque te haya adoptado sigues siendo mi hija, tú no tienes ni idea de lo que pasó.

—¡No me importa que haya pasado! ¡Me mentiste! Toda mi vida... —los ojos de Natalie se llenaron de lágrimas.

— Yo... De verdad lo siento, cariño... Te juro que pensaba decírtelo... —Scarlett trató de abrazarla pero Nat se alejó.

— No me toques.

— Nat... En serio... Perdóname...

— Quiero conocer a mi mamá. —Natalie se volvió a cruzar de brazos.

— Yo soy tu mamá... —Scarlett comenzó a sentirse muy dolida.

— No. La real.

— No sé dónde vive...

— Oh, ¡vamos! Es actriz como tú y han trabajado juntas, tienes que saberlo.

— ¡Dije que no lo sé!

— ¿Nunca te preguntó por mí?.. —esa pregunta tomó a Scarlett por sorpresa.

— No. No eres su hija legal no tiene derecho a preguntar por ti.

— ¿Estás segura?.. Yo... Yo la quiero conocer... —Scarlett se rió— ¿De qué te ríes?

— No tienes idea de nada.

— ¿Idea de qué? —Natalie preguntó confundida.

— Ella te abandonó, Natalie, estuvo dispuesta a dar a su propia hija en adopción. ¿Tú crees que ella tendría interés en ti? —esas palabras hirieron a Natalie.

— Eso... Fue hace mucho... Tal vez ya no piensa igual...

— Si estuvo dispuesta a dar en adopción a su propia hija no vale la pena. Suerte que yo estuve ahí, si no habrías crecido en un orfanato.

— ¿Qué quieres que te agradezca? —dijo Natalie sarcástica.

— Deberías, si no fuera por mi no tendrías esta vida que tienes ahora.

— Una vida llena de mentiras ¿A eso te refieres?

— No me hagas ver como la mala aquí. Yo hice lo que hice para protegerte y que no salgas herida.

— ¡Pero de todos modos me lastimaste al mentirme! —Natalie comenzó a subir la voz.

— ¡Lo siento, Natalie! No debí mantener esto oculto tanto tiempo...

— Porque te convenía.

— Hey, no des vuelta esto, repito que lo hice para protegerte... —Scarlett se calmó para que Natalie no se alterara más.

— ¡No me importa! Lo que importa aquí es que tú no eres mi madre, ¡y quiero conocer a la real!

— Sabes que la madre es la que cría, no la que engendra.

— Y tú no hiciste ninguno de los dos. —Scarlett agachó la cabeza sintiéndose mal, Natalie se sintió un poco culpable pero no dijo nada.

— Se que... En el último tiempo, me enfoqué más en el trabajo y en tus hermanos... Pero yo te di amor, un techo, todo lo que necesitaste... No como Elizabeth, ella jamás mostró interés alguno en ti...

— Pero de todos modos yo la quiero conocer... Toda mi vida creí que provine de los Johansson, que yo era de su sangre... Pero resulta que mis orígenes son otros... Tengo otra madre... Quiero saber de dónde vengo... ¿No puedes entender eso?.. —algunas lágrimas corrieron por sus mejillas.

— Lo sé, pero... No puedo dejarte, ¿okay? Aquí tienes todo lo que necesitas, no necesitas otra familia o complicar tu vida investigando... No la vas a conocer, fin de la discusión. —Scarlett se fue rápido de la cocina, caminando hacia su habitación.

Natalie se quedó parada al lado de la mesa con los papeles de adopción. Si bien le dolió que Scarlett le prohibiera encontrar a su madre, ella sabía que nada se lo impediría. Así que tendría que hacerlo por su cuenta, a escondidas, dispuesta a sobrellevar las consecuencias.