Capítulo 1. Una Mirada

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Como se podría describir a una persona que está sola, pero odia la soledad, creo que todavía no existe la palabra.

Una de esas personas soy yo.

-Iras al cementerio Odette

-Si tío, pasare por unas flores antes- respondí acomodando mis últimos libros dentro de aquella cómoda -Tú iras

-Te veo ahí, ve con cuidado

-Tranquilo

-Me tengo que ir...

Dejo un beso rápido en mi frente antes de salir apresurado de la casa, lo acompañe hasta la puerta

Subió a la parte de tras de la camioneta de su amigo Boris y después de unos minutos desaparecieron de mi campo de visión.

Desde que tengo memoria eh vivido aquí, en San Francisco, un pueblo al norte de Perú, es cómodo, bastante, y pues mi tío y yo somos los únicos que queda del resto de mí familia

Mis padres murieron cuando yo era una bebe, a si que, no se casi de ellos.

La mayor parte del tiempo la paso sola, no tengo muchos amigos aquí, bueno solo una, Sarah, pero ella tiene su propia vida, digamos que solo me busca cuando en verdad me necesita, lo cual agradezco por que sinceramente no me gusta que se involucre tanto en mi vida

Y a si es mi vida, bastante aburrida, en este pueblo casi no pasa nada interesante, aparte de los secretos que cada uno tiene, trato de verle el lado bueno, mi tío trabaja como guarda bosques a si que se pasa casi todo el tiempo en su trabajo, llega muy tarde a casa

Se que debería estar saltando en un pie por que mi tío no se mente en mi vida, pero la verdad es que me siento muy sola, y no me gusta sentirme sola, odio la soledad, pero al mismo tiempo alejo a todo aquel que quiere ser mi amigo.

En pocos días se terminara el verano y tendré que volver a la escuela, ya solo falta dos años para que termine los estudios y tendré que buscar la manera se solucionar mi vida, todavía no se a que dedicarme exactamente, soy de las personas que piensa mucho, mucho.

Dejando la escuela de lado.

Tengo que ir por flores al centro, subí a mi habitación tome rápidamente mi bolso con diseños en cuadros y mi suerte plomo que siempre llevo a todas partes, y salí apresurada, la señora que vende flores cierra temprano

Me metí al garaje, mi bicicleta descansaba a un costado de la pared, alejada de todo las herramientas que mi tío tiene esparcidas por aquí, siempre me olvido de limpiar, ya que el usa el garaje como taller, tiene una camioneta vieja que según el algún día la reparará, pero yo la veo igual, como dije antes pasa más tiempo en su trabajo que en casa

Cerré la pequeña puerta de la cerca que divide mi casa de la calle, mientras pedaleaba sentía el frío de la mañana, la brisa fresca sacudía mi cabello mientras avanzaba, amaba esto, me hacía sentir libre de algún modo, el viento en mi cara, me daba ganas de abrir mis manos, imaginaba que el viento me levantaría y me llevaría lejos mientras yo mantenía mis ojos cerrados

Pero luego algo en mi mente reaccionaba y me hacía volver a mi realidad, la cual considero muy injusta

Ahí estaba la plaza del centro del pueblo, en la cual ahí una fuente muy grande, al lado izquierdo está la iglesia y la municipalidad y por el lado derecho múltiples tiendas y restaurantes de todo tipo, la comisaría está ubicada a una esquina de las calles alejadas de la vista de todos, por suerte nunca eh ido por ahí

Y mi lugar favorito, es el la vieja edificación de una torre a la que nadie va, tiene una vista del pueblo increíble, además de el bosque y le resto de este, solo la utilizan cuando es temporada de circos para lo cual falta mucho

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