Un mes después...
Joan regresó a casa. Había dejado atrás la oportunidad en el extranjero, una decisión que no fue fácil pero que sintió como la correcta. Había pasado las últimas semanas reorganizando su vida, arreglando todos los detalles para que esta vez, nada se interpusiera entre ellos. Mientras tanto, TN había vivido cada día con una mezcla de ansiedad y esperanza, preparándose para este nuevo capítulo en su vida juntos.
El reencuentro fue emotivo. Se abrazaron con fuerza, sintiendo que el tiempo y la distancia finalmente se desvanecían. No hicieron falta palabras en ese momento; ambos sabían que estaban listos para dar el siguiente paso.
Esa noche, mientras cenaban juntos, Joan tomó la mano de TN y la miró con una seriedad que ella no había visto antes. —He estado pensando mucho en nosotros, en lo que queremos y en cómo podemos construir una vida que funcione para ambos —dijo—. Sé que la distancia fue un gran obstáculo, pero también nos enseñó mucho sobre lo que significa estar el uno para el otro.
TN asintió, sintiendo el calor de su mano sobre la suya. —Sí, nos ha enseñado cuánto valoramos nuestra relación y cuánto estamos dispuestos a luchar por ella.
Joan respiró hondo, como si estuviera a punto de decir algo importante. —Quiero construir un futuro contigo, aquí, ahora. He decidido buscar un trabajo que me permita quedarme más cerca. No sé exactamente cómo se verá todo, pero estoy dispuesto a adaptarme. Quiero que construyamos juntos, no separados.
TN sintió una ola de alivio y emoción. Habían superado tantas pruebas, y saber que Joan estaba dispuesto a hacer cambios significativos para su futuro juntos la llenó de esperanza. —Yo también quiero eso, Joan. Quiero que construyamos una vida en la que ambos podamos seguir nuestros sueños, pero siempre apoyándonos mutuamente.
Los meses siguientes fueron un nuevo comienzo para ambos.
Joan encontró un trabajo que le ofrecía estabilidad sin la necesidad de viajar constantemente. Aunque no era tan emocionante como la oferta en el extranjero, le daba la tranquilidad de saber que podía estar presente en su vida con TN. TN, por su parte, continuó con su carrera y proyectos de caridad, pero esta vez con la seguridad de que Joan estaba a su lado.
Decidieron vivir juntos, algo que había sido una conversación pendiente durante mucho tiempo. La mudanza fue un proceso lleno de emoción, risas y algunos desacuerdos menores, como quién se quedaba con qué lado de la cama o cómo organizar los muebles. Pero en cada pequeño desacuerdo, encontraron un punto medio, fortaleciendo su compromiso de compartir una vida juntos.
Una noche, después de un largo día de desempacar cajas, se sentaron en el sofá con copas de vino en la mano. TN miró a Joan, que estaba absorto en los pensamientos. —¿En qué piensas? —preguntó ella.
Joan la miró y sonrió. —En lo afortunado que soy de estar aquí contigo. Durante esos meses de distancia, hubo momentos en los que pensé que tal vez no encontraríamos el camino de regreso. Pero aquí estamos, y no puedo imaginar mi vida de otra manera.
TN se acurrucó a su lado, sintiendo el calor y la certeza de su presencia. —Hemos recorrido un largo camino, y sé que habrá más desafíos en el futuro. Pero lo importante es que estamos juntos en esto, y hemos demostrado que podemos superar cualquier cosa.
Joan la besó en la frente y la abrazó con fuerza. —Sí, y seguiremos haciéndolo. Porque esto —dijo, señalando a su alrededor, al hogar que estaban construyendo juntos— es lo que realmente importa.
Los años siguientes trajeron consigo momentos de alegría, crecimiento y nuevos desafíos.
Construyeron una vida llena de amor y aventuras compartidas. Joan encontró su pasión en un nuevo proyecto profesional que le permitía permanecer cerca, mientras que TN expandió su trabajo de caridad, sabiendo que siempre tendría a Joan a su lado para apoyarla. Había altos y bajos, como en cualquier relación, pero siempre volvieron al compromiso que habían hecho de estar presentes el uno para el otro.
Un día, mientras paseaban por el parque que se había convertido en su refugio favorito, Joan se detuvo y se volvió hacia TN. —¿Recuerdas la primera vez que hablamos sobre nuestro futuro juntos? —preguntó.
TN sonrió. —Claro que sí. No sabía qué esperar, pero sabía que quería vivirlo contigo.
Joan sacó algo de su bolsillo, sus ojos brillando con emoción. —Yo también. Y ahora, quiero dar el siguiente paso en ese futuro.
TN contuvo el aliento cuando vio lo que Joan sostenía. Un pequeño estuche de terciopelo. Joan se arrodilló frente a ella, su mirada llena de amor y determinación.
—TN, hemos pasado por tanto juntos. Hemos visto lo que significa amar en medio de las dificultades y la distancia. Y sé, sin ninguna duda, que quiero pasar el resto de mi vida contigo. ¿Te casarías conmigo?
Las lágrimas llenaron los ojos de TN mientras lo miraba. Habían recorrido un camino largo y complicado para llegar a este momento. Pero en ese instante, todo el dolor y la lucha valían la pena.
—Sí, Joan —respondió con voz temblorosa—. Sí, quiero casarme contigo.
Joan se levantó, colocó el anillo en su dedo y la abrazó con fuerza mientras ambos reían y lloraban a la vez. Habían llegado a este punto no por casualidad, sino por la fuerza de su amor y su compromiso mutuo. Sabían que la vida seguiría trayendo desafíos, pero también sabían que estaban listos para enfrentarlos, siempre juntos.
Y así, comenzaron un nuevo capítulo en su historia, uno lleno de promesas, esperanzas y un amor que había sido probado y había prevalecido.
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NADIE NOS PUEDE SEPARAR
FanfictionTn una chica de 20 años famosa en el mundo de las redes sociales,un día conoce a la familia diaz , se enamorara de uno de los gemelos diaz (joan),muchas chicas están atrás de él,muchas los queran separar pero el solo quiere a una persona tn y hará d...