capítulo 8

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Los meses siguientes fueron un torbellino de preparativos para la boda. Tanto Joan como TN querían que la ceremonia reflejara su viaje y todo lo que habían superado juntos. Decidieron que la boda sería una celebración íntima, rodeados de familiares y amigos cercanos que habían sido testigos de su amor a lo largo de los años.

La planificación fue un proceso emocionante, aunque no estuvo libre de retos. Hubo desacuerdos sobre los detalles, como la elección del lugar o la lista de invitados. TN, con su ojo creativo, quería algo al aire libre, en un hermoso jardín donde la naturaleza fuera parte del escenario. Joan, por su parte, prefería un lugar más tradicional. Pero, como en todas las decisiones importantes que habían tomado hasta ahora, encontraron un equilibrio.

Finalmente, eligieron una finca en las afueras de la ciudad, que combinaba lo mejor de ambos mundos: un entorno natural con la elegancia de un salón acogedor para la recepción. La fecha fue fijada para finales de primavera, cuando las flores estarían en pleno esplendor y el clima sería perfecto para una ceremonia al aire libre.

Mientras los preparativos avanzaban, la emoción iba en aumento. Karen, la hermana de Joan, se ofreció a ayudar con la organización. Era un gesto que significaba mucho para TN, ya que mostraba cuánto había crecido su aceptación en la familia de Joan. Trabajaron juntas en los detalles, desde la elección de las flores hasta el menú, creando una conexión más profunda en el proceso.

El día de la boda llegó más rápido de lo que esperaban.

La finca estaba decorada con flores blancas y tonos verdes, creando un ambiente elegante y natural. Los invitados comenzaron a llegar, encontrando sus asientos frente a un arco de flores bajo el cual Joan y TN se darían el "sí, quiero". La música suave llenaba el aire, mientras el sol bañaba el lugar con una luz cálida y dorada.

Joan se encontraba de pie junto al arco, nervioso y emocionado a la vez. Llevaba un traje azul oscuro que resaltaba sus ojos. Mientras esperaba, se giró para mirar a los invitados, notando las sonrisas y los rostros conocidos que habían sido parte de su viaje con TN. Sentía una mezcla de nerviosismo y anticipación, consciente de que este era un momento que cambiaría sus vidas para siempre.

Entonces, la música cambió de tono y todos los ojos se volvieron hacia el pasillo. TN apareció, tomada del brazo de su padre, caminando lentamente hacia Joan. Llevaba un vestido blanco sencillo pero elegante, que resaltaba su belleza natural. Sus ojos estaban fijos en Joan, y en ese instante, el mundo a su alrededor pareció desvanecerse. No había nadie más en la finca, solo ellos dos, avanzando hacia el futuro que habían elegido compartir.

Cuando TN llegó al final del pasillo, Joan la tomó de las manos, sintiendo un nudo de emoción en la garganta. El oficiante comenzó a hablar, pero para ellos, las palabras se desvanecieron en el aire. Todo lo que podían escuchar era el latido de sus propios corazones, sincronizados en la misma frecuencia.

Finalmente, llegó el momento de los votos. Joan fue el primero en hablar, su voz temblando ligeramente mientras miraba a TN a los ojos.

—TN, hemos recorrido un camino largo y, a veces, difícil para llegar a este momento. Pero en cada desafío, en cada momento de incertidumbre, he sabido que lo que más quiero en esta vida es estar a tu lado. Hoy, prometo amarte, apoyarte y caminar contigo en cada paso de esta aventura que llamamos vida. Prometo que, pase lo que pase, siempre elegiremos luchar por nuestro amor.

Las lágrimas brillaban en los ojos de TN mientras escuchaba las palabras de Joan. Respiró hondo antes de comenzar sus propios votos.

—Joan, cuando pienso en todo lo que hemos vivido, no puedo evitar sentirme agradecida por cada momento, incluso por los más difíciles. Porque esos momentos nos han llevado hasta aquí, a este instante. Hoy, te prometo que seré tu compañera, tu apoyo y tu refugio. Prometo que nunca dejaré de luchar por nosotros, y que siempre te elegiré, día tras día. Este es el comienzo de un nuevo capítulo, y no puedo esperar a vivirlo contigo.

El oficiante los miró con una sonrisa cálida. —Por el poder que me ha sido otorgado, los declaro unidos en matrimonio. Pueden besarse.

Joan no esperó ni un segundo más. Se inclinó hacia TN y la besó con ternura, mientras los invitados aplaudían y se levantaban para celebrar. Fue un beso que encapsulaba todo: las dificultades, las lágrimas, las risas y, sobre todo, el amor inquebrantable que los había llevado hasta allí.

La celebración que siguió fue un reflejo perfecto de su relación: alegre, emotiva y llena de amor. Hubo discursos conmovedores, risas y un baile bajo las estrellas que recordaría a todos que el amor, cuando es verdadero, puede superar cualquier obstáculo. Joan y TN se movieron juntos en la pista de baile, abrazados, susurrando palabras solo para ellos mientras la música los envolvía.

A medida que la noche llegaba a su fin, Joan y TN se apartaron un momento de la fiesta. Se dirigieron a un rincón tranquilo del jardín, lejos de las miradas de los demás. Se sentaron en un banco, tomados de la mano, mirando las luces que brillaban a lo lejos.

—Hemos llegado hasta aquí —dijo TN, rompiendo el silencio—. Y todo lo que hemos pasado ha valido la pena.

Joan la miró, su corazón lleno de gratitud y amor. —Sí, lo ha valido. Y esto es solo el comienzo. Tenemos toda una vida por delante.

TN sonrió, recostando la cabeza en el hombro de Joan. Se quedaron en silencio, disfrutando de la quietud de ese momento, sabiendo que, a pesar de lo que el futuro les deparara, lo enfrentarían juntos. Porque habían aprendido que el verdadero amor no era simplemente una emoción, sino una elección diaria, una promesa constante de estar el uno para el otro.

Y así, bajo el cielo estrellado y con la certeza de que habían encontrado en el otro un hogar, comenzaron el primer día del resto de sus vidas.

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