sostenlo en las manos ♡ nctf

night × moon

—Sabes, en realidad casi no hago esto.

Tifa dice y Noctis inmediatamente voltea hacia ella. Desde su posición acostada, con las manos descansando sobre su estómago, Tifa está atenta al cielo con una expresión apreciativa. Los ojos color bermellón reflejando las luces del cielo nocturno, el párpado inferior levantándose, las mejillas hinchándose y la tenue curvatura en las comisuras de sus labios; indicando una sonrisa tímida. El rubor en su piel casi se puede confundir con polvo estelar si Noctis intenta lo suficiente.

—¿De verdad?

Están acostados con pocos centímetros entre ellos, en uno de los lugares favoritos de Noctis para acampar y ver las estrellas. Una llanura abierta no tan lejos de la carretera, donde el cielo siempre está despejado y parece encenderse una vez que cae la noche. La última vez que estuvo ahí, sabía que debía traer a Tifa a observar la vista.

—Casi divertido ¿no? Viví en un pueblo donde el cielo nocturno era un regalo y no lo vi lo suficiente. Tan cerca, y no me di el tiempo para salir a contemplarlo —detiene un momento su monólogo, el recuerdo del cielo de Nibelheim inundando su cabeza—. Te hace pensar en las cosas que tienes en frente y no aprecias.

Él se gira y queda de lado, con un brazo bajo su cabeza. —¿Y qué tal ahora? ¿Aprecias lo que tienes frente a ti?

La pelinegra voltea con una respuesta lista en la boca, solo para quedarse quieta ante las arrugas en los ojos de Noctis y su sonrisa juguetona, de atractivos labios delgados. Ella parpadea, repite su pregunta en su cabeza y luego regresa a su posición original. El rubor en sus mejillas se hace profundo, su pequeña sonrisa se hace más grande.

Se tarda un momento en contestar, pero cuando lo hace, es en un tono ligero y casual, bordeando el júbilo. —Sí. Gracias, Noctis.

Sin embargo, cuando lo mira correspondiendo a su atención, hay una profundidad especial en sus iris, un cierto algo que le indican al pelinegro que hay más detrás de sus palabras. Una suavidad, un lucero, como el reflejo de la luz de luna en el mar.

Es el turno de que sus mejillas se ruboricen, pero hay una confianza creciendo en el pecho del último en la línea de Lucis Caelum.

—Entonces, ¿qué opinas? —Hace un gesto hacia arriba, pero no se mueve de su posición—. Bastante impresionantes las estrellas en este lugar, ¿huh?

Tifa mantiene el contacto visual por lo que podrían ser años, pero se traducen a no más que míseros segundos. No obstante, lo suficiente para que la imagen se quede grabada en sus memorias. Los ojos azul oscuro de Noctis imitando bastante bien la belleza de la noche; atrayentes, reconfortantes, enigmáticos. Y el pequeño estallido de color que ofrecen los iris de Tifa como si fuera fuego en la penumbra, una fogata en la cual acurrucarse y descansar.

Ella regresa al escenario principal, a los diminutos diamantes regados en seda negra. La parte maravillosa de esto, es que el vasto lienzo no es totalmente oscuro, pintado también en tonalidades azules marino y celeste, creando una mezcla de acuarela que solo resplandece más con las estrellas. En efecto, es una vista increíble y los alrededores son tranquilos, un lugar bastante hermoso para pasar el rato.

—Lo son... —Murmura. Lentamente, sus dedos se mueven y su mano izquierda se alza; levantada hacia el cielo como si pudiera tomar un pedazo de el.

No mucho después, la mano de Noctis está a la misma altura que la suya. Sus meñiques se juntan y ella suelta una recatada risita. Las formas desiguales enfrentadas a la calma del cielo; Tifa disfruta ver de la diferencia entre sus manos, la de Noctis más grande que la suya para poder rodearla; envolverla; abrazarla. Como lo hace la noche con el resto del mundo dormido.

¿Qué es ella, comparada a él?

—¿Te gustaría una estrella? —La voz de Noctis en su oído es familiar, como si estuviera en casa una vez más. Su tono juvenil, ligeramente ronco y pausado.

Ella meditó.

Tifa se ha enamorado de las estrellas antes. Pero ahora, es el pasado. Se enamoró una vez...

El pelinegro entrelaza sus meñiques, como si hicieran una promesa. El contacto piel a piel es bienvenido. Él es cálido, ella no tanto. Tifa lo mira de reojo, a su cabello oscuro que le cae por la frente y sus ojos celestiales perdidos, la sonrisa ladina.

... pero nunca lo hizo de la noche.

—No.

Él la observa curioso.

—¿No?

Tifa repite su negación con una sonrisa divertida.

—¿La luna? —Sigue Noctis.

Ella niega.

Despacio, el pelinegro pasa los dedos encima de los suyos, buscando tomar toda su palma.

—¿Qué deseas, Tifa? —Cuestiona. Su mano abraza la de ella contra la noche y la figura lejana de la luna.

Ella suspira. ¿Qué es lo que quiere? —Tal vez, lo quiero todo...

Tal vez, te quiero a ti.

¿Pero cómo se desea a la noche? ¿No es demasiado para una simple persona?

—¿Quieres el cielo? —Pregunta Noctis—. ¿Quieres sus colores, y todo lo demás que hay en él? Puedes tenerlo.

Tifa se ríe. —¿Ah sí?

Asiente. —Puedes tener todo lo que quieras Tifa, ser todo lo que quieras. Puedes ser una estrella, puedes ser la noche, puedes ser la luna.

Los ojos bermellón lo observan encantados; un tono débil sale de sus labios. —No puedo ser la noche.

Así que él le sonríe, dientes brillantes y sonrisa perfecta. —Entonces eres la luna.

Ciertamente, desear a la noche no es demasiado cuando se es la luna.

Finalmente los brazos caen devuelta al suelo, quizás porque se han agotado, o porque han visto que ya no tienen que perseguir lo que se creía imposible. La manos permanecen juntas entre los dos, cerca de sus corazones, y Tifa y Noctis han abandonado el cielo estrellado; ahora solo teniendo ojos para el otro.

Porque la noche y la luna se pertenecen mutuamente.

n/a: esta es una pequeña idea que tuve como hace un mes, y cuando descubrí la noctifaweek y vi que quedaba con uno de sus temas, decidí intentarlo :D

la idea terminó bastante diferente a como la imaginé pero con suerte resultó bonito<3

sé que dijiste que no era necesario dedicarte cosas peroooo lo re mereces ailish_rosa tqm<33