Había terminado con mi novia, estaba solo, borracho, triste y caliente. Me descargué una app de citas gay. Me armé un perfil rápido. "Busco héteros, maduros para diversión" puse en la descripción y subí un par de fotos en ropa interior. Al ser muy joven, tuve al instante varios mensajes. El que me convenció era un tipo de unos 55, recién divorciado que quería experimentar. Me dijo que le parecía muy sexy y que le gustaba mucho. Que era su primera experiencia.
Me dijo que su fantasía era jugar con "un nene hermoso" como yo. Yo le respondí que la mía era jugar con un "papi hermoso" como él. Eso lo calentó muchísimo. Me insistió para que nos viéramos. Yo le dije que estaba destruido. Me insistió, me dijo que todo iba a ser con mucho respeto, que me pasaba a buscar, tomábamos algo y listo.
Finalmente me convenció. Me cambié de bóxer, remera negra y jeans chupines negros. Botas. Me hizo seña de luces. Era muy tarde, no había nadie en la calle.
-Hola papi –le dije y abrí la puerta.
Lo saludé con un beso en la boca. Me dijo "bebé hermoso". Me dijo que era mucho más lindo e increíble de lo que imaginaba. Él, por su parte, era un tipo grandote, gordo. Me miraba muy caliente, parecía desnudarme con los ojos.
-Terminé con mi novia papi –le dije.
Él mi dijo que las putas iban y venían, pero que el amor de papi siempre estaba. Yo le dije que siempre lo amaba, que por su amor haría lo que fuera. Él me respondió, entonces, que tenía que convencerlo, que tenía que mostrarle cuánto lo amaba. Me pasó una botella de whisky y me pidió que me saque el pantalón. Yo obedecí. Me saqué las botas y el pantalón. Abrí las piernas y me entregué. Él me dijo que le mostrara lo que era de papi. Me saqué los bóxers. No había nadie en la calle. Él me miraba violándome pero no me tocaba. ¡Tocame papi! –Grité.
Él me agarró con fuerza y me besó. Nos besamos con mucha pasión y cariño. Me manoseó la cintura y el culo. Me metió los dedos con violencia. Gemí. Me agarró la cabeza y se la llevó a la pija que estaba dura y erguida, esperando. La besé, pero me la hizo tragar. Chupé con arcadas mientras me metía los dedos con violencia. Unos minutos después acabó en mi boca. Me la tragué como buen bebé. Le sonreí y me sacó una foto con su pija en la mano. Se la besé para la repetición. Me besó. Me dijo que había sido hermoso. Me tomé otro trago, me vestí y volví a mi casa.
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adicto a las apps de citas gays
FantasyAl terminar con mi novia me volví una prostituta de las apps de citas gays. Me gustaba encontrarme con tipos mayores, héteros, casados o divorciados, que quisieran cogerme y usarme como una perra.